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Parques nacionales, turismo y desarrollo local

Juan Pablo Ruiz Soto
26 de marzo de 2013 - 11:00 p. m.

Las vacaciones de Semana Santa son buen momento para reflexionar a cerca de la relación entre los Parque Nacional Natural (PNN), la conservación de sus ecosistemas y paisajes naturales, y la posibilidad de su conocimiento y disfrute por parte de colombianos y extranjeros.

Crece el interés por visitar y conocer nuestros PNN, y el impacto generado por los visitantes, ha llevado a que algunos propongan suspender el ingreso de turistas a los PNN. Es como cerrar una autopista porque los conductores van demasiado rápido. Lo que hay que hacer es controlar la velocidad para evitar accidentes.

Un área es declarada PNN porque se considera que la conservación de los ecosistemas allí presentes es prioridad nacional. El ordenamiento nacional del territorio define la conservación como uso prioritario y solo permite actividades de investigación, educación ambiental y recreación armonizadas con su propósito principal. En este contexto la comunidad ambientalista aplaude la propuesta del Ministro de Medio Ambiente respecto a la prohibición de construcción de nuevos hoteles al interior de los PNN de Colombia, permitir acampar en lugares definidos y bien manejados y buscar una armónica relación entre la conservación, el turismo y el desarrollo regional. Esta propuesta contribuye a la conservación de nuestro patrimonio natural, evita que algunos lugares en los PNN se privaticen e impulsa el ecoturismo.

El turismo en la región donde está ubicado un PNN significa alojamiento, alimentación y atención para los visitantes y debe ser una oportunidad de trabajo e ingreso para los locales. Debemos armonizar conservación y turismo, y así los PNN y sus paisajes conservados se convierten en capital natural para el desarrollo local. Si esto se logra, las comunidades locales serán los principales defensores del PNN y su conservación.

Como punto de partida, la tarifa de ingreso a un PNN debe garantizar los recursos financieros necesarios para el buen manejo de los visitantes en el área. El ingreso a un PNN hoy vale $16.000 increíble pero es menos que lo que pagamos para ir a un cine en un centro comercial. Al ingresar a un PNN, no todos pagan la misma tarifa. Un visitante extranjero que no está aportando con sus impuestos al presupuesto nacional ¬-fuente principal para financiar el manejo y conservación del Sistema Nacional de PNN-, hoy paga por su ingreso el doble que un colombiano y quizá, según algunas prácticas internacionales, debería pagar al menos el triple. Las tarifas para el colombiano corriente en PNN como Tayrona, Nevados y Cocuy, debe ser más alta. Los estudiantes nacionales y los nacidos en el área que rodea el PNN deben disfrutar de tarifas reducidas o ingreso gratuito. Debemos pagar más por asistir a un escenario donde la película es un bello, único y bien conservado paisaje natural. Los ingresos por entradas son fuente importante para su conservación. La administración y manejo de un área protegida tiene un alto costo. Estado y usuario debemos contribuir con un mayor aporte.

Tenemos un gran capital natural en los PNN, que si los conservamos y administramos adecuadamente, lo podemos y debemos convertir en fuente de capital social y económico, con beneficio principal para los habitantes cercanos a las áreas de los PNN. Para una región, tener un PNN bien conservado es un privilegio que localmente no se puede desaprovechar. Defendamos los PNN por su importancia ecológica y su aporte al desarrollo regional sostenible.

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