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Patriotismo

Antonio Casale
02 de junio de 2013 - 11:00 p. m.

En medio de la euforia que despierta nuestra selección por estos días, inmejorable oportunidad para que el presidente de la República refuerce su intención de reelección a través de visitas a los entrenamientos y fotos populistas, vale la pena recordar que los jugadores de un equipo “profesional”, curiosamente llamado Patriotas, hacen parte del grupo de trabajadores del fútbol colombiano, de este y otros equipos, que no reciben lo acordado con su patrón a cambio de su trabajo hace ya bastante tiempo, sin que la Dimayor ni el Gobierno parezcan inmutarse. Mientras tanto, las neveras de los patriotas lucen vacías ante el desespero que aumenta con el paso de los días.

Por esa razón, Patriotas entraron en cese de actividades, y los juveniles aficionados los reemplazaron en la última fecha de la Liga Postobón, en donde los boyacenses oficiaban como jueces de primer orden, pues si le ganaban a Once Caldas, complicaban su clasificación. Sin tener la culpa, el equipo de Manizales se vio beneficiado. El señor José Augusto Cadena, máximo accionista del equipo, pasa por encima de sus empleados, de la Dimayor y de los patrocinadores, quienes invirtieron una fuerte suma de dinero para auspiciar un campeonato, no uno como este. Cadena es el principal responsable, pero pasa de agache porque la Dimayor es permisiva.

En la página de la Dimayor aparece todavía la noticia fechada el 11-05-06 cuyo titular es “Acuerdo con el Gobierno Nacional”. Según el documento, el Gobierno se comprometió a ser facilitador para que los clubes se fortalecieran y se convirtieran en empresas sólidas. De esta manera se viabilizó la conversión de los clubes a sociedades anónimas, entre otras ayudas.

Según ese documento, la Dimayor se comprometió a “establecer un reglamento interno o medidas de autorregulación que aseguren que los clubes que no estén al día con sus obligaciones laborales y de seguridad social con sus trabajadores no puedan participar en los certámenes que organiza”.

Han pasado dos años y el Gobierno cumplió con su parte del acuerdo. En cambio Patriotas, para citar sólo un caso, demuestra que la Dimayor no. Hoy, además, el panorama cambió. El presidente de la Dimayor es segundo vicepresidente del Comité Olímpico Colombiano, socio natural de Coldeportes, ente regulador del fútbol. A su vez, el director de Coldeportes, expresidente del COC, continúa vinculado al mismo ente por ser miembro del COI. Así las cosas, es utópico pensar que Coldeportes sancione a los morosos. Además, en el alto Gobierno saben que un gesto impopular podría ser preguntar por la actualidad de lo acordado en aquella ocasión. Mientras tanto, los jugadores de Patriotas serán despedidos sin justa causa por haber cometido el “delito” de cobrar lo acordado, pero ya no hay nadie que los defienda. Eso es patrioterismo puro.

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