Publicidad

Pékerman

Iván Mejía Álvarez
22 de julio de 2014 - 01:58 a. m.

A la hora de escribir esta columna, 11 de la mañana del lunes 21 de julio, no ha habido reunión alguna entre José Pékerman y el comité ejecutivo de la Federación Colombiana de Fútbol con el objetivo primario de iniciar conversaciones para renovar y ampliar el contrato que vincula al técnico argentino con la selección nacional.

Las conversaciones tan sólo empezarán en la primera semana de agosto, por lo tanto, todas las cifras que circulan en la calle, todas las versiones de algunos medios supuestamente muy bien enterados, corresponden al imaginario popular.

Entre Pékerman y Luis Bedoya había un acuerdo tácito que 15 días después de terminado el Mundial se volverían a sentar para iniciar los diálogos. Este acuerdo se produjo antes del Mundial, pues el técnico prefirió dejar todo congelado para conocer los resultados de la gestión en Brasil y así lo aceptó la Fedefútbol.

En primera instancia, el técnico argentino ha mostrado interés en permanecer al frente. No hay motivo para que Pékerman esté descontento, pues todas, absolutamente todas, sus peticiones antes y durante el Mundial fueron aceptadas por la Federación. Su cuerpo técnico fue incrementado, se le contrataron los asesores y guardaespaldas que pidió, se le dio gusto en todas sus exigencias y aunque ellas fueran costosas, la Federación no ahorró y le cumplió al adiestrador. El único problema que tiene en el momento el técnico es la salud de su señora madre, muy enferma en Buenos Aires.

Pékerman vive bien en Colombia y ha logrado gracias a sus resultados y a su seriedad un respeto profesional absoluto. Pékerman es un hombre mayor, 67 años, y no parece interesado en iniciar aventuras futbolísticas en otros lados del planeta. Sabe bien que tiene material para seguir triunfando y que con retoques podrá tener en la Copa América del próximo año un equipo altamente competitivo para pelear el título.

La Federación esta seriamente comprometida y sabe que como toda negociación habrá un tira y afloje en las cifras. Eso es comercial y nadie se llame a engaño, para quedarse el técnico peleará una muy buena cifra. Lo saben los dirigentes que a la hora de negocios entienden bien el PYG del asunto. Gracias a Pékerman la Federación embolsó cerca de treinta mil millones de pesos y ese dinero tiene que servir para garantizar la continuidad del técnico, entre otras cosas.

Como dice Bedoya, los planes A, B, C y todos los otros, son José Pékerman. No han pensando en solución alterna, esa es la verdad.

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar