Uno de los retos es convencer a la población de que, efectivamente, este pez se puede cazar y se puede comer sin ningún riesgo, ya que el veneno que tiene en algunas de las púas de sus aletas deja de ser efectivo momentos después de la muerte del animal. Y, de hecho, su carne es deliciosa, muy suave y de delicado sabor marino, de textura firme y con un hermosos color blanco brillante. Se trata de un pescado fino, bastante similar el lenguado. Como continuación a mi serie de recetas con pez león, que he decidido publicar en apoyo a los esfuerzos que hace mi colega Jorge Rausch para aumentar el consumo de este rico bocado, quiero presentarles una preparación en la que recordaré el famoso pulpo al olivo peruano, acompañando unas postas de pez león con mayonesa mezclada con pasta de olivas negras. Si no consigue pez león, puesto que por el momento su disponibilidad es limitada, puede reemplazarlo con otro pescado blanco, como cherna, pargo o lenguado, con similares resultados.
Ingredientes
400 gramos de postas de pez león por persona
Jugo de 1 limón
1 diente de ajo machacado
2 cucharadas de cilantro picado
1/2 taza de leche o soda
1 taza de maicena
Aceite para freír
Sal y pimienta negra
Para la mayonesa al olivo
1 taza de mayonesa (ojalá casera)
3/4 de taza de aceitunas moradas deshuesadas
Sal y pimienta
Jugo de limón
Preparación
Caliente el aceite a temperatura media. Condimente las postas con ajo, sal, pimienta, cilantro y leche, páselas por la maicena hasta impregnarlas bien y fríalas en el aceite hasta que estén doradas. Para la mayonesa, licue las olivas hasta lograr una pasta fina y luego mezcle muy bien con los demás ingredientes. Sirva las postas acompañando con la mayonesa al olivo.
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