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Plan Padrino: solución Hacinamiento Carcelario

Uriel Ortiz Soto
21 de mayo de 2013 - 11:00 p. m.

Razón le asiste al Señor Fiscal General de la Nación, al advertir que el Proyecto de Reforma a la Justicia, que hace tránsito en el Congreso de la República, no reúne los requisitos básicos para solucionar el angustioso problema Penitenciario y Carcelario, que ya tocó fondo, convirtiéndose es una bomba de tiempo que de un momento a otro puede estallar con consecuencias fatales para el País.

Las cifras de hacinamiento reportadas por diferentes medios de comunicación, son dramáticas y escalofriantes, eso de tener más de cien internos  en una celda –pocilga, donde solo pueden permanecer 30 personas, es algo que riñe con los más elementales derechos humanos: En varias cárceles los reclusos están en huelga de hambre como protesta a la precaria situación en que viven; son varios los que han intentado suicidarse, y muchos se encuentran enfermos.  

Todo lo anterior, por la falta de visión y culpa de trámites innecesarios e inocuos que, no se compadecen con la tenebrosa situación que se vive en los centros de reclusión y lugares de paso a donde son llevados los detenidos, muchas veces por delitos que pueden ser tratados desde otras instancias, sin que necesariamente deban ser confinados en pestilentes calabozos. 

¿Cuántos muertos, fugas, enfermedades y reyertas de internos y familiares, tendremos que seguir soportando, para que las Autoridades, encuentren solución definitiva a este problema  que ya se ha convertido en toda una vergüenza para el País, por culpa de una política penitenciaria y carcelaria improvisada, mal orientada y dirigida en medio de una feroz corrupción a cargo del personal administrativo y de vigilancia, con más de cuarenta sindicatos, que se pelean como aves de rapiña los escasos recursos y beneficios que otorga el Estado, para asistir a los ciudadanos que han caído en desgracia?  

Cada día que pasa se va haciendo más tenebrosa la situación, los noticieros de televisión con el Señor Personero de Bogotá a bordo y el Defensor del Pueblo, han sido muy diligentes en cumplir el papel que les corresponde, sin embargo, nada pueden hacer, puesto que todo se diluye en estudios y evaluaciones, con investigadores traídos del exterior a costos exorbitantes, cuando en honor a la verdad, no conocen la idiosincrasia generalizada de nuestro País, y por ende, tampoco las causas de mayor recurrencia en el delito y el medio ambiente en que se están cometiendo. Esto es como diagnosticar para una enfermedad sin conocerse el paciente. 

Por esta misma columna y en aras de colaborar con tan caótica situación, después de varios estudios y consultas adelantadas con expertos en el tema, hemos propuesto una solución que desde todo punto de vista nos parece viable, consiste en el programa: Plan Padrino de Descongestión Carcelaria. Este sería un proceso de motivación, rehabilitación y resocialización, para el recluso, con el componente de responsabilidad de las familias y la sociedad, para con las personas que por alguna circunstancia han sido privadas de la libertad, pero que evaluada su situación jurídica, pueden vivir en comunidad. La propuesta la podríamos dividir en cuatro fases:

1º- Ser conscientes que los Establecimientos Carcelarios, tal cual funcionan, no cumplen con los más mínimos estándares para la: permanencia, convivencia; rehabilitación y resocialización del Recluso. Construir más cáceles, es agravar el hacinamiento, y profesionalizar la delincuencia,  puesto que no llevan incurso el ingrediente de rehabilitación y resocialización. 

2º- Como consecuencia de lo anterior, se requiere levantar el censo de la población carcelaria, clasificándola por grados de criminalidad y reincidencia, lo más importante: procesados y condenados. Según algunos abogados penalistas, hay internos que ya han cumplido su condena, otros no son sujetos de detención carcelaria,  pero, sus expedientes duermen en los anaqueles de los juzgados, bajo la vigilancia somnolienta de jueces y funcionarios.

3º-  Evaluadas las anteriores situaciones, se abre el camino para aplicar el llamado: Plan Padrino de descongestión Carcelaria. Que como lo explicamos en anteriores columnas, es simplemente otorgar la libertad condicional, a los internos que hayan presentado el proyecto de rehabilitación y resocialización, aprobado por el juez de penas, previa presentación de una póliza de seguros en concurrencia y solidaridad con un pariente, amigo o empresa que lo avale, y que  se comprometa representarlo ante las Autoridades Competentes durante todo el tiempo que dure su rehabilitación. 

4º- Los menores de edad hacinados en los diferentes centros carcelarios del País, dependiendo del delito, podrán acogerse al Plan Padrino de descongestión Carcelaria, y dar en todo momento como garante al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, u otros centro de adopción de menores de edad. Pero en primera instancia, serían sus progenitores quienes obligatoriamente se hagan responsables de su situación ante las autoridades competentes. 

urielos@telmex.net.co

 

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