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Pobres de nosotros

Oscar Guardiola-Rivera
18 de diciembre de 2012 - 11:00 p. m.

¿Es posible presentar un concepto difícil como la pobreza a una audiencia masiva, evitando clichés e ideologemas, e iniciar una discusión global de alto impacto?

El director de cine Ben Lewis ha probado que sí. Acaba de presentar Poor Us: An Animated History (Pobres de nosotros, una historia animada), que forma parte de un proyecto de la BBC, para responder a la pregunta por qué en el 2012, a pesar de nuestra complacencia con el progreso moderno, cerca de un millón de millones de personas aún viven en abyecta pobreza.

Ha sido presentado en 180 canales de televisión en todo el mundo. Se trata de una historia global y animada, literalmente, de los pobres desde el 10.000 a.C. hasta la era de la globalización. “Pobres de nosotros, no pobres de ellos”, como de manera astuta apunta Lewis, pues “le hace a usted, el televidente, el personaje central de la historia”.

En la trama, usted cae dormido frente a la pantalla tras una nueva ronda de las usuales malas noticias e inicia un recorrido por medio de doce milenios de historia reencarnándose en el cuerpo de pobres de diferentes épocas en distintos lugares del planeta. El soñador, explica Lewis, recorre las planicies prehistóricas, asiste a las primeras obras teatrales en discutir la pobreza durante la Grecia Antigua, se oculta en las callejuelas de El Cairo medieval, pide limosna en París, observa a Pizarro robarse el oro de los Incas, experimenta las hambrunas de la India Victoriana y la China de Mao, recibe ayuda en Ghana, intenta emigrar como indocumentado a Europa y se enriquece en la China actual, en una hora.

El comentario de economistas, historiadores y escritores contemporáneos hila la narración visual. Tuve la oportunidad de participar en el documental junto a Jeffrey Sachs, el Premio Nobel Joseph Stiglitz, Lillian Li y la directora del MIT Poverty Lab Esther Duflo, entre otros. “Occidente” no sale bien librado: españoles y portugueses ocupan tierras desplazando a la fuerza a millones de africanos e indígenas obligados a “trabajar hasta morir en las nuevas plantaciones, mientras los británicos construyen ferrocarriles en India para exportar grano mientras sus trabajadores mueren de hambre”, como se enfoca la crítica de televisión Lucy Mangan.

Esos son los hechos. La pobreza no es natural, es causada por decisiones humanas. Ello implica que tiene solución. A fin de cuentas en 1800 el 80% de la población mundial era pobre, hoy lo es el 20%. Como dice Duflo, se trata de mezclar el acceso a los bienes comunes con redistribución de riqueza y mercados en su justa medida. Lewis se inspiró en Calvino a la hora de mezclar documental y ficción. El resultado es brillante. Para mí, este es el filme del 2012. Si no lo presentan en Colombia, estará disponible gratuitamente desde enero próximo en Internet.

 

* Óscar Guardiola-Rivera

 

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