Pueblos afrodiaspóricos y paz

Jaime Arocha
25 de diciembre de 2012 - 11:00 p. m.

A propósito del proceso de paz y los pueblos de la diáspora africana, el Grupo de Académicos e Intelectuales en Defensa del Pacífico Colombiano, Gaidepac, despidió el año con una carta dirigida al “gobierno de Colombia, al presidente Juan Manuel Santos, a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), a los equipos negociadores, y a la sociedad civil en general”.

Ojalá que la haya tenido en cuenta el Foro de Política de Desarrollo Agrario Integral llevado a cabo durante la semana del 16 de diciembre. Entre las justificaciones del comunicado figura la “Declaración de Buenaventura”, que emitieron consejos comunitarios y organizaciones étnico-territoriales del Pacífico Sur y Norte del Cauca, en el sentido de que, los pueblos afrocolombianos e indígenas del territorio-región del Pacífico y sus organizaciones de base, declaramos la emergencia social de nuestras comunidades debido al ecocidio que se viene perpetrando contra nuestras selvas, ríos y manglares, empobreciendo la diversidad de la vida, contribuyendo a la extinción de muchas especies animales y vegetales, desarraigándonos de nuestros territorios ancestrales y poniendo a nuestras comunidades al borde del etnocidio.

El Gaidepac considera que una coyuntura tan desfavorable depende del actual modelo de capitalismo destructivo del medio y de los pueblos étnicos, aplicado a favor de una supuesta prosperidad. De ahí que exija que el enfoque étnico cimiente ese proceso de paz, y contribuya al logro de los siguientes objetivos:

• Proteger los derechos y los territorios de comunidades afrodescendientes de todo el país en su autonomía.

• Asegurar la gobernabilidad y gobernanza de los territorios, concertando con las organizaciones negras, palenqueras, y raizales […].

• Contribuir a la creación de una economía para la paz […] por el Buen Vivir […] y el respeto al medio ambiente. 

• Hacer efectiva la restitución de tierras y la reparación integral de la población afro […]

• Enfrentar de manera frontal [dentro de los diálogos de paz] la discriminación étnica y el racismo […] asociado con el proyecto moderno de ‘desarrollo’ […].

• Para una genuina etapa posconflicto, respetar las formas de ver el mundo y las prácticas de muchas de las comunidades afrodescendientes e indígenas y campesinas, […] importantes para la reconstrucción de la sociedad.

• Enmarcar el proceso de paz dentro de una verdadera concepción de nación intercultural y pluriétnica, que se diferencie de la visión única de una nación ‘moderna’ capitalista.

• Incorporar en todas las etapas del diálogo […] el principio de la consulta previa y el consentimiento previo, libre e informado de los grupos étnicos [dada su] importancia en los casos de la política minera, de agrocombustibles, de tierras, y del agua. 

El escrito termina recordando que desde hace dos años el Gaidepac desarrolla una Campaña Internacional en Defensa del Pacífico y Territorios Afrodescendientes, hacia la salvaguardia de las identidades culturales afrodiaspóricas e indígenas, de los derechos territoriales de esos pueblos, de las formas de gobierno propias, de los ecosistemas de selva, manglar, sabana y río en marcos de sostenibilidad, así como de los derechos a la verdad, la reparación a estas comunidades y la no repetición de crímenes.

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