¡Qué poco vale el mar!

Juan Pablo Calvás
19 de diciembre de 2013 - 06:00 p. m.

Muertos de la risa deben estar los señores de la Drummond con la microscópica multa que les toca pagar por contaminar la bahía de Santa Marta.

Poco valió que al principio lo negaran todo y luego salieran a aceptar a regañadientes que habían lanzado carbón al mar. Poco ha importado el paulatino cambio de color de las arenas de Santa Marta, otrora doradas y hoy grises. De nada sirven los numerosos casos de enfermedades respiratorias que  se evidencian a lo largo de las vías férreas por las cuales se transporta el carbón. La sanción pecuniaria, comparada con las ganancias que genera Drummond en Colombia, es literalmente quitarle un pelo a un gato. Nada más.

¿Qué le pasó al Ministerio de Ambiente? ¿Quién dijo que con una microscópica multa esta dichosa empresa aprendería a respetar el entorno natural en donde desarrolla su actividad?

No sé si exagero, pero tras un acto de tamaña irresponsabilidad, como fue lanzar impunemente toneladas y toneladas de carbón al mar, a la empresa minera le deberían haber suspendido la licencia ambiental. Le habrían tenido que cerrar el chuzo por varios meses, si no años. ¡Ahí sí les habría dolido! ¡Ahí sí tendrían una lección!

Lamentablemente, estamos en el universo de las sanciones risibles: un concejal maneja borracho y le devuelven la licencia de conducción; una empresa minera contamina el mar y le dejan seguir operando. Todo se queda en el escándalo de los medios de comunicación y la indignación de la sociedad en general, pero cuando llega el momento de trazar una raya para exigir el respeto por el bien común, nos quedamos con las ganas.

Ahora la ministra de Ambiente dice que la Drummond no solo pagará una multa, sino que también tendrá que limpiar las playas durante un año. ¡Ya quiero ver eso! Las brigadas de limpieza de la empresa carbonífera eliminando los residuos de carbón de las playas y el mar, mientras que a unos cientos de metros los grandes buques cargueros siguen poniendo en riesgo la bahía y el polvillo de carbón flota por los aires.

Tal vez deberíamos hacer una regla de tres entre la sanción para los conductores ebrios y la de las empresas mineras: 25 millones por manejar borracho, ¿cuánto por contaminar el mar?

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#PreguntaSuelta: ¿No les parece que Uribe ha estado muy calladito últimamente?

@colombiascopio

 

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