Reglas

J. William Pearl
12 de septiembre de 2017 - 02:00 a. m.

La Constitución   Colombiana  dice,  “Se garantiza a todos los nacionales el derecho a fundar, organizar y desarrollar partidos y movimientos políticos  y la libertad de afiliarse a ellos o de retirarse”.  El propósito de la  Constitución consistió  en  permitir que quienes quisieran aspirar a un cargo público lo hicieran sin que fuese necesario pertenecer a un partido,  buscando así que todas las opciones políticas pudieran participar abiertamente sin tener que limitarse a los partidos tradicionales. Ahora  muchos de quienes pueden lanzarse por los partidos buscan firmas ¿Es esto un retroceso?

Lanzarse por firmas  busca  dar a todos los ciudadanos igualdad de oportunidades y así evitar ventajas de los partidos, los cuales en la última encuesta de Gallup muestran un 87% de desprestigio. Ser candidato por un partido  hoy en día tiene un costo  político  tan alto  que no todos  están dispuestos a  asumir.  Lanzarse por firmas hace  que quienes optan por ese camino, puedan hacer campaña desde el momento en que las buscan. Lo grave del asunto es que una firma no se le niega a nadie y  más de una persona firmará por varios candidatos, lo cual hace que esta  no sea un apoyo real, simplemente una firma más.

En Colombia el caudillismo existió  y existe aún.  En Venezuela sucedió con Chávez  que cuando la población no se sintió  representada  por AD y COPEI, votó por él cambio y por Chávez, pero él no sentía que les debía nada y fue irresponsable con el uso del  dinero de los ciudadanos y el rumbo democrático del país. En Colombia existen diversos movimientos, que si quieren perdurar deben convertirse en un partido político que los represente, no en una persona, pues esta naturalmente envejece y los votantes no tienen representación, tienen caudillos.

Hoy en día los candidatos buscan el 50% más 1 de los votos en lugar de  buscar representar los intereses ciudadanos, esto es  un problema muy grave,  pues se busca triunfar  y satisfacer  vertientes extremas y no tomar posiciones frente a las políticas de fondo.  Cuando se buscan los votos, lamentablemente muchas veces se sacrifican las creencias.  Un candidato puede fácilmente ampliar su espectro político engañando, pero esto ruin.

Los partidos están sumamente desprestigiados, lo cual  muestra que lamentablemente seguimos teniendo una democracia muy débil. Es necesario fortalecer los partidos, pero sobre todo la democracia para lograr que  estos sean fuertes, representativos y sobre todo que no sea vergonzante pertenecer a uno.  Es indudable  tener en cuenta que en Colombia el narcotráfico y otras fuerzas están presentes en el juego político y esto hace muy difícil que  no intenten ser parte del sistema político.  Para un candidato con partido no es nada fácil tomar la decisión de optar por firmas, creo que lo que se debe hacer es fortalecer el aparato jurídico y evitar a toda costa que quienes estén cuestionadlos formen parte de los partidos,  es tarea  nada fácil y corta, pero es necesaria tanto en la coyuntura como  en el largo plazo.

Somos  una democracia  muy débil que debería fortalecer  los partidos, tanto los de izquierda como  los de derecha  y buscar que todos tengan las mismas garantías y  que se tenga un espacio real para  los ciudadanos. Lo que se percibe es una mala reputación de los partidos y  debemos fortalecerlos a menos que queramos parecernos a Venezuela e donde estos están muy débiles y buscan sacar la cabeza para decir representamos votantes. Ojala en  Colombia no lleguemos al extremo de no tener en cuenta a los partidos y estos a la irresponsabilidad de no representar correctamente como deben a sus votantes. Si, aparentemente vamos como el cangrejo, es por eso que tenemos que tener partidos nuevos, que renueven los existentes.

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