¿Regresa el talento?

Faltan pocos días para que vuelva el campeonato de fútbol profesional y en medio de las malas noticias, equipos quebrados, incumplimientos económicos, violaciones a las leyes, ausencia de control por parte de quien debería ejercerlo por norma legal, hay buenas noticias, informaciones que alientan a creer que se verá un mejor torneo y que llegarán algunas alegrías a las retinas de los aficionados.

Por ejemplo, más allá de su temperamento, pensar que Mayer Candelo y Macnelly Torres vuelven a jugar en Colombia es una noticia positiva porque de los pies de este par de zurditos puede llegar una generosa carga de fútbol talento, de espectáculo.

A Candelo hay que juzgarlo únicamente por lo que hace en el campo. Ya brindó sus disculpas a la afición azul por aquel feo y grotesco episodio cuando pisó la camiseta hace ya muchos años. Mayer es un buen jugador, un tipo que sabe qué hacer con la pelota, uno de los pocos que en este fútbol de cobardes donde nadie quiere tener la pelota por miedo al ridículo y la mayoría trata de sacarse el útil lo más rápido posible de encima, todavía se atreve y la pisa, y dribla, y habilita a sus compañeros. Millos no tiene un jugador de sus condiciones hace mucho rato, tal vez desde cuando él mismo se exilió en un momento de rabia e impotencia. La afición azul en lugar de criticarlo debería recibirlo con alegría y contagiarlo de cariño para que Mayer abra el frasco de sus mejores olores futbolísticos y los desparrame por las canchas donde juegue.

De igual forma la afición del Nacional debería recibir a Macnelly con una gran esperanza. Sabe jugar y mucho, es un futbolista bien dotado, talentoso, rápido, intuitivo y si él logra meterse en el corazón del hincha verde, triunfará porque tiene muchísimas condiciones. Ahora, si de entradita le van a cobrar el que no sea paisa, sería absolutamente injusto con su fútbol y con lo que puede regalarle al club verde pletórico en fracasos durante los últimos años.

Mayer Candelo, Ómar Pérez, Macnelly Torres, el mismo Guiovany Hernández, confirman una tendencia de los equipos de volver a confiar en el enganche clásico, en ese diez que sabe jugar y que hace jugar.

Algunas cosas invitan a pensar que este torneo de 2011 promete ser mejor que los últimos, en los cuales el fútbol espectáculo pidió permiso para ausentarse.