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Remodelación

Hernán Peláez Restrepo
09 de noviembre de 2015 - 02:15 a. m.

Creo que Norberto Peluffo es la persona más indicada para convidar a la mesa de decisiones. Fue jugador de Millos, experimentado en otros equipos, como Nacional, América y selecciones nacionales. Desde aquel momento en 1981 y en Tolón, convocado por Eduardo Retat, fue técnico en propiedad en Pereira, asistente, observador y ahora gerente o administrador, según se mire, en el seno de Millonarios.

Es el único camino que debe comenzar a recorrer la familia de Millonarios, los hinchas, los seguidores acérrimos: moldear una nueva ilusión para 2016. Por eso viven los fanáticos azules. Si no se consiguen títulos, por lo pronto ejercer sus propias elucubraciones sobre cómo remodelar el plantel.

Creo que Norberto Peluffo es la persona más indicada para convidar a la mesa de decisiones. Fue jugador de Millos, experimentado en otros equipos, como Nacional, América y selecciones nacionales. Desde aquel momento en 1981 y en Tolón, convocado por Eduardo Retat, fue técnico en propiedad en Pereira, asistente, observador y ahora gerente o administrador, según se mire, en el seno de Millonarios. Peluffo con dirigentes, que en la mayoría de ocasiones no entienden mucho de fútbol, pero aportan pasión y esquemas para asegurar suficientes recursos económicos.

El último buen técnico cobijado por resultados y de comunión constante con los seguidores fue Hernán Torres. Enseguida comenzó el desfile de técnicos foráneos, quienes en común denominador no tenían conocimiento del medio colombiano y mucho menos manejo de la idiosincrasia de nuestros jugadores. Lillo, Lunari, Israel. Curiosamente los tres con casi idéntico plantel. Acá surge una pregunta sencilla: ¿el problema son los técnicos o los jugadores? Y es acá donde no se pueden equivocar en las determinaciones. Ni Peluffo ni los directivos.

Si va a continuar el señor Israel —entiendo que tiene contrato hasta finales de 2016—, corresponderá a él, en consenso con Peluffo y dirigentes, espulgar la nómina, ver quiénes deben continuar, Vikonis, por ejemplo, y cuáles de las divisiones menores tendrían derecho a una oportunidad.

El vecino de patio, Santa Fe, ha jerarquizado su equipo con jugadores juveniles y los ha sabido mezclar o entreverar con veteranos. Ahora bien, es preciso revisar la columna vertebral de juego. Siempre se supo que un arquero, lo tiene, un experimentado zaguero central, un volante central, un nueve, y agregaría un extremo, son piezas esenciales para armar un equipo. A ellos se les debe rodear con jugadores de entrega, entereza, sentido de trabajo y solidaridad. Si esos jugadores no los hay, volverá Millonarios a mostrar un grupo irregular, que se mantiene en la cuerda floja. Tienen tiempo, dinero, afición. ¿por qué no pensar en formar un equipo de espíritu ganador y capaz de aceptar metas? En el fútbol, como en la vida, nada vale llorar por el pasado, sino otear un futuro con retos.

 

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