Renovación

Se han ido filtrando los nombres de algunos jugadores del medio local a quienes la Federación les ha pedido que hagan el trámite para obtener la visa de Estados Unidos de cara al partido contra Perú en la fecha FIFA de septiembre.

Colombia sólo jugará ese partido. Algunos creemos que es otra muestra absoluta de la falta de gestión de Bedoya, quien parece no contar ya con la gran colaboración de sus amiguetes Burzako, Hinckis y demás yerbas del pantano, para manejar el calendario internacional de la Federación. Esta vez no aparecieron Nepal, Burkina, El Salvador o cualquiera de esos equipos “chatarra” a los que ya se habituó Bedoya en sus compromisos con los empresarios de marras.

Otros creen que es bueno jugar un solo compromiso porque eso permitirá a Pékerman volver a trabajar y mirar nuevos jugadores, enseñarles su metodología, tener entrenamientos y calibrar el potencial de los posibles nuevos convocados. Las uvas están verdes, cuenta la vieja fábula.

De todas maneras, los nombres que se han ido filtrando responden a necesidades latentes. Helibelton Palacios llegaría a suplir a Zúñiga, sin equipo, sin ritmo, sin fútbol. Franck Fabra tendrá su oportunidad ante la imposibilidad de convocar al director de la coreografía, Pablo Armero, quien no juega desde la Copa América. Y los volantes Gustavo Cuéllar y Juan Daniel Roa tienen la posibilidad de incorporarse ante la ausencia de Aguilar, todavía recuperándose, para llenar esa posición que tanta falta le hizo a Colombia en la Copa América. Ese volante que ayude a sacar el equipo, que meta el segundo pase, que rompa líneas, que haga la ligazón entre los medios de contención y los volantes de creación. No se puede dejar solo a James y es imprescindible buscar ese jugador. Y el otro Roa, el del Cali, puede tener una oportunidad para suplir a Quintero, también desaparecido del fútbol competitivo.

Estas probables convocatorias indican que el técnico ha captado varias lecciones de la Copa América: no se puede citar futbolistas en mala condición física o sin ritmo. La selección no está para recuperarlos; a la selección tienen que llegar los que mejor estén, los que se encuentren al ciento por ciento. El técnico ya les pagó el favor a los de su riñón llevándolos a la Copa América. A partir de ahora sólo deben llegar los que aporten ya, al instante.

Que vengan los nuevos, que les den juego, que los miren, que se ganen el puesto si son capaces. Eso ya es una ganancia grande.