Rusia

Hernán González Rodríguez
25 de diciembre de 2014 - 09:34 p. m.

Ahora que algunos colombianos están muy interesados en integrar a Colombia con los países de la órbita de Rusia en el mar Caribe, considero conveniente echarle un vistazo a ciertos aspectos de la Rusia de su presidente Vladimir Putin.

 

Las encuestas y los expertos estiman que la beligerancia de Rusia en Ucrania será el mayor problema del mundo en 2015.

Rusia es el país más grande de la Tierra, ocupa la octava parte de esta. Su población es apenas de 144 millones y su esperanza de vida es de tan solo 71 años, con una de las mayores tasas de suicidios del mundo. No produce casi alimentos; pero sí produce centrales de energía nuclear con enriquecimiento de uranio y armas.

El PIB ruso figuró en 2013 como el noveno del mundo con 2,1 billones de dólares de los de doce ceros, después del octavo Italia y del séptimo Brasil. El PIB de Colombia en el mismo año fue de 0,38 billones de similares dólares y nos ubicamos en el puesto 31 entre 190 países. El PIB de la primera economía del mundo, los Estados Unidos, alcanza los 16,8 billones de dólares. Cifras del Banco Mundial.

En un sermón mesiánico y defensivo de Putin, que ha sido ampliamente comentado por la prensa mundial, dijo recientemente que la península de Crimea era un lugar sagrado para los rusos, similar a Jerusalén para las religiones descendientes de nuestro padre Abraham, porque hace muchos siglos, el príncipe Vladimir había sido bautizado allí en el cristianismo, del cual se separaron posteriormente y se conocen hoy como cristianos ortodoxos. Parece que ni los mismos rusos sabían esto.

Pero lo que sí saben es que por culpa de este embeleco y de la caída de los precios del petróleo un dólar estadounidense que costaba 33 rublos en febrero del año corriente, ahora no rebaja de los 70 rublos. A los extranjeros les compran un dólar por 100 rublos. Putin les dijo a las agencias de noticias que “la turbulencia estaba causada por las emociones y los sentimientos especulativos”.

La inflación en 2014 se les avecinará al 9%; pero prevén algunos que el año entrante se aproximará al 25%. El crecimiento del PIB en 2014 no superará el 1% y en 2015 entrarán en una recesión no inferior al -4%.

Hace tres años que Putin les prometió continuar elevado el nivel de vida como en la última década, a cambio de la reducción en algunas de sus libertades cívicas. Pero esto parece hoy imposible frente a: una inflación que se acelera; un rublo que colapsa; unas sanciones que aprietan; un precio del petróleo que causa déficits y desempleo; una fuga de capitales precipitada por los temores de que el propio Estado la impida pronto; y, finalmente, una venta de divisas extranjeras de las reservas de Rusia para amainar la devaluación del rublo, lo cual no ha funcionado aún.

Se estima que los rusos todavía tardarán unos meses más para darse cuenta de la profundidad de la crisis en que cayeron. Putin gozó de una popularidad del 85% tras la anexión de la península de Crimea y con su manejo de la crisis en Ucrania. Pero encuestas recientes afirman que solo el 6% de los rusos están dispuestos a tolerar una reducción de sus salarios como consecuencia de estas andanzas de Putin. ¿Alguna similitud acaso con la popularidad del Gobierno nuestro país?

 

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