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Tola y Maruja

Tola y Maruja
06 de diciembre de 2015 - 02:00 a. m.

Adoradas beatas,

 

Soy un padre costeño con una hija preadolescente que me tiene en preinfarto pues le gusta bailar champeta, ese baile morboso donde la pareja no se mira a la cara dizque para no encariñarse. ¿Qué opinan de los bailes actuales? ¿Están de acuerdo con que el Concejo de Cartagena prohíba la champeta en los colegios? ¿O esos concejales deberían coger oficio?

 

Atentamente,

 

Yomedes

 

Querido corroncho,

 

Por su letra vemos que está bailando mapalé. Tola y yo fuimos muy bailarinas cuando el baile era decente y la música caliente era pa guaches.

 

Nosotras nos criamos oyendo canciones con letras románticas, estilo: “Agáchate el sombrerito y por debajo mírame”. En cambio ahora: Agáchate y... no respondo.

Ahora tiempos en los bailes las mujeres esperábamos sentadas a que el caballero se arrimara y nos dijera: ¿Me concede esta pieza, señorita? Pero ahora le dicen a la dama: Ey, grilla, eche pa la pieza...

 

A Tola y mi persona nos tocó cuando se bailaba pasillo y bambuco, que la pareja era despegada y solamente nos unía el pañuelo raboegallo. Pero llegó el maldingo bolero y se tiró en todo.

 

¿Ha notao que el bolero lo inventaron puros tipos feos, como Agustín Lara y Armando Manzanero? Era su único chance de arrimarse a una vieja.

 

La diferencia entre el bolero y la champeta es que el uno se maciza por delante y el otro por detrás. Y que en la champeta la pareja se viene a conocer la cara en el juzgado, cuando ella lo demanda por alimentos.

 

La champeta es un pecado bailable, pero nosotras pensamos que prohibirlo es pior. Ojo: una cosa es impedir que un niño baile eso y otra muy distinta es achucharlo pa que baile y totiarse de la risa, como si fuera mucha gracia.

 

Si su petacona quiere bailar champeta, déjela que haga su catarsis. Eso sí: empáquele en la lonchera el prenservativo y la pastilla. Recuerde: No dejes pa mañana la píldora del día después.

 

A ver: si los muchachos empiezan su vida sesual temprano pues se jartan temprano y maduran temprano y llegan ligerito a esa edá tan sabrosa en que los malos pensamientos son culinarios.

 

Si su retoña se gasta bien rápido la tiquetera sesual, cuando llegue a los 30 ya solamente le importarán el calentamiento global y el maltrato animal... Y pasará con usté los viernes por la noche, jugando tute.

 

No le prohíba a su tatabrona que baile champeta porque ella, de pura rebeldía, es capaz de pasarse al reguetón. Déjela quietica.

 

En fin, lo positivo de la champeta en los colegios es que los pelaos repasan anatomía.

 

Tus tías que te quieren,

 

Tola y Maruja

 

Posdata: Declaran al vallenato Patrimonio Inmaterial de la Humanidá. ¿Y la champeta será patrimonio inmoral?

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