A un ‘like’ del amor

Cuando se agotan las posibilidades de conocer a alguien churro y divertido para salir —y, quién quita, comenzar una relación—, porque los amigos ya le han presentado a uno todos sus conocidos solteros, no hay nadie interesante en la oficina e incluso se ha aceptado salir con los hijos de las amigas de las tías, internet puede ser la salvación.

Poner el perfil en una página de citas es para muchos una salida desesperada, a la que así recurran siempre van a tratar de ocultar. Sin embargo, una divertida aplicación, creada por un grupo de jóvenes estadounidenses en 2012, parece estar cambiando esta percepción y hasta conquistando la atención de los menores de 30 años, para quienes levantar en un bar, discoteca o fiesta es parte del plan del fin de semana.

Se llama Tinder, y su principal atractivo, según Justin Mateen, uno de sus fundadores, es poner al usuario en contacto con alguien desconocido que comparte ciertos gustos e intereses a través de una aplicación tan adictiva como ‘Candy Crush’ y a la que se puede acceder todo el tiempo desde el celular como se hace con Facebook.

De hecho, ya hay más de 35 mil perfiles creados y por lo menos se han producido un millón de ‘matches’ o emparejamientos. Y todo gracias a un ‘like’. Sí, así de fácil. Deslizando los dedos se pasan las fotos de los usuarios de ‘Tinder’ y, cuando aparece alguno que llama la atención, por su físico, se le da ‘like’. Si esa persona también ha puesto ‘like’ sobre la imagen de uno se abre un chat privado, pero si no, simplemente no se pueden contactar y nadie se entera. Así el ego se mantiene intacto y el sentimiento de rechazo pasa casi inadvertido.

Me parece fascinante que esta aplicación se nutra de las bases de datos de Facebook y que permita filtrar a las personas según su ubicación geográfica y gustos. Pero más llamativo aún es darse cuenta de la cantidad de amigos, compañeros de trabajo y hasta familiares que se han animado a conocer gente usando ‘Tinder’.

Confieso que nunca me he animado a buscar el amor por medios virtuales, pero son muchas las personas que me han hablado con entusiasmo de ‘Tinder’ y no precisamente porque sea la solución a su anhelo por encontrar la pareja ideal, sino porque se ha convertido en una entretenida alternativa para ampliar el círculo social sin que sean tan evidentes las ganas de tener una cita.

*  Brenda Cohen