Si bien la economía colombiana muestra signos de debilitamiento y el panorama no es positivo, los activos colombianos —especialmente los de renta fija— siguen siendo muy atractivos. La expectativa de crecimiento en el presente año estará entre el 3% y el 5%, de acuerdo con el Banco de la República (el rango previo a la última revisión era de 4% al 6%). Del reciente desempeño es preocupante la baja en inversiones y obras civiles. Las economías de la región igualmente han venido desacelerando su crecimiento. Sin embargo, con Europa en recesión y la posibilidad de ruptura en la Comunidad Económica Europea mediante la salida de alguno de sus miembros (Grecia) o la posibilidad de entrar en default (España), y una economía estadounidense creciendo a un ritmo insuficiente para la recuperación mundial (1,5% para el primer trimestre del año), los activos de países emergentes como el nuestro son cada vez más atractivos y, a pesar de la desaceleración económica, estamos mejor en términos relativos.
Es así como durante el período en el cual los costos de la deuda de España, Italia, Portugal y Grecia se han venido encareciendo, los costos de la deuda colombiana se han venido abaratando. Actualmente, las tasas de los bonos españoles e italianos a 10 años están alrededor del 7,4%, mientras que un bono colombiano que vence en 2040 tiene un costo de 3,82%. Hay recursos buscando inversiones seguras, y en la medida en que se presentan mayores deterioros en Europa, nuestros activos se ven relativamente mejores. Debemos recordar que no estamos sobrados, pero los otros están muy mal.