Valoraciones

Resulta gratificante saber que algunos jugadores de la selección están como los boy scouts: siempre listos.

Puede que Ospina no sea titular en el Arsenal, pero en cuanto llega al equipo nacional emerge el gran portero. La atajada que hizo en el juego contra EE. UU. fue monumental, de antología, volando al palo de la mano izquierda para sacar un balón imposible. Mostró una gran regularidad en su trabajo y no parece justo incluirlo en el ramillete de errores que condujo a los goles chilenos en esos fatídicos 20 minutos de Chicago.

Otro que tampoco es titular habitual en su club pero llega a la selección y rinde al máximo nivel es Zapata; firme, seguro, sin estridencias. Y Murillo, quien había perdido la titular, volvió con solvencia a su posición. Hizo una buena Copa América.

Farid Díaz estuvo seguro y trabajó bien. Arias resultó irregular, picos altos y bajos, pero se rehabilitó en el partido del tercer lugar. Lástima la tonta expulsión que lo excluye de jugar en Barranquilla contra Venezuela.

Fabra, como siempre, marca muy mal, regresa peor y esta vez dejó constancia de que no levanta un centro correcto. Totalmente reprobado, pero ¿quién lo puede sustituir? No hay laterales izquierdos confiables.

Celis jugó un buen partido contra EE. UU., pero estuvo mal en los pedacitos que había jugado. Contra Costa Rica, su nivel fue tétrico. Sánchez es figurón en Colombia. Llegó de un equipo mediocre, sin ritmo, con dudas, y terminó mostrando su jerarquía y como dueño del puesto. Torres, también aprobado, con largueza. En cambio, Pérez, quien llegó como titular, terminó suspendido por bajo nivel e indisciplina táctica. Es mucho más jugador que lo que mostró en la Copa.

El balance, a pesar de haber subido en el último partido, no alcanza para aprobar a Cuadrado. Mucha vueltica, mucho toquecito lateral, poca progresión, siempre en el piso. Cardona, completamente rajado. Se le vio pesado, lento, irresoluto, sin asociación ni juego colectivo. Sobreprotegido por Pékerman, tendrá que definir cuál es el sitio que más le conviene en la cancha. James no fue James, pero aún así sigue siendo el faro de Colombia. Mejor que en Chile, pero inferior a Brasil. En cancha se le notan todas las dificultades emocionales y tácticas que le produce su actual situación en el Real Madrid.

Bacca brilló poco porque el circuito creativo no le ayudó. Aprobado con muy poquito, pero no hay uno mejor. De los nuevos se salva Martínez, y Marlos merece otra llamada. Dayro perdió el año y la oportunidad de volver.

En conclusión, defensivamente bien, ofensivamente mal, colectivamente regular. El camino a Rusia obliga a subir el nivel.