“Venezuela, sin salida fácil”

Hernán González Rodríguez
09 de junio de 2017 - 02:00 a. m.

El diario estadounidense El Nuevo Herald publicó hace pocos días un breve y certero comentario sobre las razones por las cuales considera un experto como casi imposible que Venezuela supere la dictadura bolivariana que la gobierna. Mis comentarios a continuación se apoyan en dicha publicación, con algunas adiciones.

Se inicia la nota de El Nuevo Herald afirmando que el gobierno bolivariano de Venezuela está controlado por individuos, funcionarios implicados en la corrupción y el narcotráfico a escala mundial, como intermediarios y comercializadores de las Farc de Colombia.

Esta innegable realidad debe ser vista más como una cofradía de mafias que como un simple régimen socialista bolivariano. Este nuevo y pernicioso fenómeno es más difícil de eliminar que si fuera solo una dictadura.

En Venezuela no hay salidas fáciles, advirtió un profesor del Instituto de Estudios Estratégicos del Army War College de los Estados Unidos, Evan Ellis, al testificar como experto ante el Congreso de su país, sobre la situación de Venezuela. “Jamás en tiempos modernos habíamos tenido una situación donde un grupo de criminales se hubiera apoderado de todo un Estado de la magnitud y el peso de Venezuela”.

La distinción entre socialismo y narco-Estado resulta ser clave, porque la lucha por recuperar la democracia de Venezuela ha estado dominada por estrategias y paradigmas equivocados, orientados solo hacia erradicar el socialismo.

Lo que se plantea en Venezuela no es solamente una pugna entre una sociedad que desea vivir en libertad bajo un régimen democrático y una élite que insiste en instaurar y perpetuarse en una dictadura socialista a la fuerza por razones torvas.  

Reconoce el señor Ellis que ya existe la dictadura socialista; pero no es el concepto dominante. La situación es menos ideológica y más de tráfico de drogas. La estrategia debería radicar en sitiar y capturar a un grupo de peligrosos delincuentes, que, sintiéndose rodeados por las fuerzas del orden, están dispuestos a hacer cualquier cosa para no ir a la cárcel. Saben bien ellos que casi todos los países del orbe les cerrarían las puertas.

En una crisis de tal magnitud, no se puede descartar el rol del chavismo y del aparato estatal. El gobierno afirma que sufre la baja del petróleo y del sabotaje económico, tanto interno como externo.

Pero no cabe la menor duda de que la revolución puesta en marcha por Maduro para ocultar la intermediación del narcotráfico, la caída en los precios del petróleo y los supuestos sabotajes es contraria a la participación democrática de la ciudadanía, la cual está pagando tales crisis con hambre, enfermedades y miseria.

 

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