Visas para la cultura

Los conciertos en Londres del pianista ruso Grigori Sokolov fueron cancelados porque él se negó a asistir al trámite del permiso de entrada al país.

Un pianista ruso residente en Madrid, llamado Grigori Sokolov, es una especie de leyenda en el mundo de la música. Hay algunos que declaran sin rubor que se trata del más grande pianista vivo de nuestros tiempos. Claro que eso de decir en las artes que alguno es el más grande de cualquier cosa las reduce al nivel de un campeonato deportivo, y ya la gente no lo cree, como sucedió, por ejemplo, el año pasado, cuando sin ninguna vergüenza anunciaron que vendría “el mejor tenor del mundo” y a último momento hubo que cancelar el concierto porque no se había vendido siquiera un centenar de boletas, lo que demuestra que la gente ya no cree esos cuentos.

Sin embargo, no cabe duda de que Sokolov es un fenómeno del piano porque sabe reunir una formidable técnica con unas dotes interpretativas impresionantes. Y así no sea el campeón del piano, quienes lo han oído están de acuerdo en que el hombre es un músico de inmensa capacidad. Es por eso que vale la pena mencionar que Sokolov canceló una serie de conciertos en Londres y otras ciudades inglesas, cuya boletería se había vendido tan pronto esos recitales fueron anunciados, por una razón muy simple. Para entrar a Inglaterra necesitaba una visa y uno de los requisitos de la visa es que el interesado tiene que ir personalmente a solicitarla. Sokolov decidió que él no perdería el tiempo con esos trámites burocráticos y no dará sus conciertos en Inglaterra.

Lo anterior recuerda la ocasión en que un grupo de intelectuales de nuestro país anunció que no volverían a España cuando se implantó el requisito de visa para colombianos. Por un tiempo parece que cumplieron, aunque aparentemente muchos de ellos se olvidaron de su posición y han hecho visitas, así sean furtivas, no sólo a España sino a los países europeos, casi todos los cuales exigen visa y crean toda clase de papeleos para otorgarla.

De lo que se trata es que cada país cree necesario crear medidas de seguridad, y aunque no creo que el requisito de la visa vuelva más seguro un país, lo cierto es que ella es requisito de muchos y es claro que a los burócratas poco les interesa que un intelectual (o un pianista, en el caso que se menciona de Sokolov) no vaya a su país. Sin embargo, eso de la visa se ha convertido en requisito engorroso, y como son muchos los artistas e intelectuales que no pueden hacer viajes por las dificultades para conseguirla, sería una buena idea que esos países relajaran un tanto sus requisitos y no perdieran oportunidades como la de oír al más grande pianista del mundo simplemente por que éste considera un absurdo perder el tiempo que se necesita para sacar la visa personalmente.