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Voceros

Columnistas elespectador.com
15 de julio de 2014 - 04:57 a. m.

Quien más propaganda le hace a las Farc es Uribe, apoyando en la falta de claridad de las comunicaciones del gobierno.

Desde que el proceso de paz con las Farc se hizo público, el ex presidente Uribe ha sido su mayor crítico, y contradictoriamente, el mejor vocero de las Farc: divulga en Twitter fotos de atentados, se refiere a las declaraciones de los delegados de las Farc en La Habana y ataca al gobierno o sus delegados, sin misericordia.Su visión crítica del proceso, refleja las prevenciones y preocupaciones que muchos colombianos tienen sobre la guerrilla y acerca de una salida política negociada al conflicto armado interno.

En ese sentido, su voz es necesaria y legítima: para que el proceso de paz nos sirva para entrar en una fase de reconciliación, el gobierno debe acoger las críticas al mismo de una manera respetuosa, democrática, y constructiva y resolver los interrogantes que se plantean para que los colombianos tengamos elementos de juicio que nos permitan tomar una posición en la refrendación.

Sin embargo, no deja de sorprender la ayuda que Uribe le presta a las Farc, involuntariamente y tal vez debido a la manera como hace sus pronunciamientos, actuando como altoparlante de sus acciones e ideas. El ex presidente ha actuado, muchas veces, como caja de resonancia de una guerrilla a la cual la mayoría detesta, de la que casi todos los colombianos desconfiamos y a la que casi nadie escucharía si no fuera porque quien transmite sus actos y sus ideas es Uribe.Ahora que el proceso de paz entra en su fase final, la más compleja porque incluye los temas de víctimas, justicia y fin del conflicto y porque además deberá tomar forma el proceso con el ELN y en un momento en el que Uribe asumirá su papel de senador, tanto el ex presidente como el gobierno deben revisar sus estrategias de comunicaciones.

Uribe, porque como lo muestra la última encuesta de Gallup, se está desgastando: por primera vez desde que hay mediciones sobre su imagen, la percepción negativa es mayor que la positiva. Y el gobierno, porque la ruta del presidente Santos hacia la reelección, mostró que no existe una estrategia de comunicaciones en torno al proceso de paz, lo cual casi le cuesta las elecciones al presidente.Si Uribe y el gobierno siguen comunicando de la misma manera sus posiciones sobre el proceso de paz, el único ganador van a ser las Farc.

El nuevamente senador Uribe tiene una gran oportunidad de definir un buena parte de los términos y condiciones de la negociación. Para eso, deberádejar de despilfarrar su capital político y, usando la plataforma del congreso, generar debates de fondo que le exijan al gobierno aclarar sus posiciones y pongan a pensar a los ciudadanos.Por su parte, el gobierno tiene que dejar de llamar enemigo a todo aquel que tiene reservas sobre el proceso y las expresa; debe recordar que la política se hace sumando y no restando, resolver las preocupaciones válidas de algunos miembros de las fuerzas militares y aprovechar el salvavidas de la reelección para finalmente, salir a comunicar adecuadamente que es lo que está haciendo en La Habana.

PD: Nuestra selección nos dio una lección de entereza, perseverancia, humildad y trabajo en equipo. Recobramos la esperanza y el ánimo, hay que mantenerlos.

Esta columna aparecerá de nuevo el 19 de Agosto.

 

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