‘Pronto habrá intercambio’

La senadora Piedad Córdoba asegura que las Farc quieren dialogar, que el anuncio de la mediación del Vaticano la tomó por sorpresa y que no descarta que el proceso actual de liberaciones se dilate.

Laura Ardila Arrieta
13 de enero de 2009 - 11:07 p. m.

Habitualmente polémica y mordaz, la senadora liberal Piedad Córdoba se ha mostrado prudente y sosegada en el proceso de liberación unilateral de seis secuestrados, que las Farc prometieron devolver. Al respecto, asegura que el tiempo le ha hecho “crecer” y aprender de los errores. “No todo lo que uno piensa se puede decir”. En entrevista con El Espectador, dice además que el reciente anuncio del Gobierno, de autorizar al Vaticano como mediador en el proceso, la tomó por sorpresa y que cree que el tema podría dilatarse por esto.

La legisladora, que comprometió todo su capital político en el tema del acuerdo humanitario, asegura que a mediados de año las Farc y el Gobierno podrían estar sentados dialogando, y que los paramilitares también son ‘nuestros hermanos’, con quienes debe haber un proceso de reconciliación.

¿Cómo vio el anuncio del Gobierno de autorizar al Vaticano como mediador en la liberación unilateral?

Me tomó por sorpresa, pero creo que está dentro de la lógica del Presidente, ya que él desde hace tiempo viene impulsando la participación de la Iglesia en el proceso con las Farc. El tema está ahora puesto sobre el tapete, y hay que trabajar sobre él.

¿Cuál cree que va a ser la respuesta de las Farc?

Ya la conozco, y es que las Farc están totalmente en contra de esa idea, pues no confían en la Iglesia Católica. En este momento, eso es un obstáculo que obviamente va a dilatar un poco el proceso. No es fácil convencer a la guerrilla, sobre todo porque tratamos con ella por un medio virtual. Ahora, a pesar de eso, quiero reiterar que hemos avanzado y que las posiciones de parte y parte se han flexibilizado.

Así las cosas, ¿cuándo se produciría la liberación?

No sé. Eso dependerá mucho de la capacidad que tengamos nosotros de convencer, por un lado, al Gobierno y, por el otro, a la guerrilla con argumentos de peso. Si no fuese por este punto, probablemente la liberación se hubiese dado este mismo mes, aunque no descarto que eso suceda.


¿Ya han pensado en alguien de la Iglesia que pudiese mediar en el proceso?

Apenas conocimos el anuncio del Gobierno empezamos a plantear algunos nombres. Uno de ellos es el de un cardenal extranjero,  tal vez uno de los filósofos más progresistas. Tiene 86 años. También consideramos a Jon Sobrino, uno de los miembros más reconocidos de la Iglesia en El Salvador. Están en la lista dos católicos de Brasil y dos teólogas afines a nosotros, una estadounidense y otra brasileña.

¿Es cierto, como se ha rumorado en varios medios, que ya las Farc entregaron las coordenadas del sitio donde estarán los liberados?

Es absolutamente falso. Las coordenadas me las entregarán a mí, y aún no lo han hecho. Tampoco nos han dado los nombres de los cuatro uniformados que liberarán.

Su actitud sosegada y prudente en este proceso le ha valido varios elogios, incluso de otrora críticos suyos. ¿A qué se debe el cambio?

No ha habido ningún cambio. Siempre he sido así y la gente que me conoce bien lo sabe. Soy abierta a la conciliación, lo que pasa es que soy una mujer de izquierda, socialista, y eso genera rechazo en algunos. Quizá todo esto tiene que ver con un aprendizaje. Con el tiempo uno aprende que a veces es mejor quedarse callado. No todo lo que uno piensa se puede decir. Creo que he cometido errores, pero también sé que crecer significa ser capaz de aceptarlos.


En ese sentido, ¿fue un error haber elogiado a alias ‘Manuel Marulanda’?

Para nada. Le doy un ejemplo: una vez le dije “guaquero” al ex ministro Fernando Londoño. Lo hice en medio del debate por el escándalo de Invercolsa. En esa ocasión, usar un adjetivo me hizo perder la posibilidad de ahondar en los argumentos. A eso me refiero. Con respecto a lo de Marulanda, no me arrepiento de lo que dije.

Usted cuestiona al Gobierno, pero muchos le critican que poco reprocha el comportamiento de las Farc…

Apostarle a una salida política no significa que esté del lado de las Farc. No comparto la lucha armada. Como demócrata, creo que la única solución para un conflicto que lleva casi 50 años es la negociada. Nosotros estamos del lado de la vida, de la libertad y de la democracia.

Usted ha dicho que considera hermanos a los guerrilleros, y que con ellos debe darse un proceso de reconciliación. ¿Y con los paramilitares?

Creo que todos somos hermanos y hermanas, lo que sucede es que estamos situados en lados distintos. Para ambos casos, la única salida debe ser negociada, y en los dos lados son los pobres los que terminan pagando todo lo malo que hacen quienes están por encima.

¿Cree que las Farc se sentarán a dialogar con este Gobierno?


Sí lo creo, y en ese sentido es muy reveladora la entrevista que dio Alfonso Cano a la revista española Cambio 16. Antes, el punto inamovible era el despeje de Florida y Pradera, ahora dicen estar dispuestos a dialogar. A esto hay que ponerle fecha, y pienso que podría ser antes de mitad de año.

El precandidato liberal a la Presidencia Rafael Pardo dijo que usted estaría en la consulta de ese partido. ¿Quiere ser presidenta?

Soy políticamente incorrecta para este país y para mi partido. Uno no puede decir que no va a participar en esto o aquello, no lo descarto, pero en este momento más que estar en la consulta, para mí es importante que haya consulta.

¿Ha vuelto a hablar con el presidente Uribe?

Él planteó que las reuniones fueran con el Comisionado. Supongo que en algún momento tendremos que hablar.

¿Y con Chávez?

Desde octubre no hablo con él. Prefiero que sea así por ahora para evitar suspicacias. Aunque es muy claro que le tengo gran aprecio, lo quiero mucho y vivo agradecida con él.

Por Laura Ardila Arrieta

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