Pasar de 44 a 20 sillas por bus de Transmilenio. Esa es la propuesta de un grupo de estudiantes de ingeniería civil de la Universidad Nacional que se dedicó a plantear posibles soluciones para atender mejor dentro del sistema a población en condición de discapacidad.
“Las sillas deben ubicarse a los lados del articulado, en una sola fila, permitiendo así que las personas con discapacidad que requieran de una silla de ruedas para movilizarse lo hagan con mayor espacio y de forma más cómoda, algo que el sistema actual no les permite”, precisa Alejandro Moreno, uno de los estudiantes investigadores.
Desde el primero de abril de 2014 la Corte Constitucional ordenó que en dos años Transmilenio debía modificar la estructura de los buses para el acceso a esta población.
Los estudiantes también llaman la atención porque los usuarios invidentes o con visión reducida no cuentan con los recursos suficientes para determinar qué buses llegan a las estaciones. “Se necesitará un sistema de audio que les indique qué bus llegará y en qué vagón hace su parada”, agrega la Universidad en un comunicado.