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Descanso sin límites

El embalse de La Copa es un lugar de encuentro con la tranquilidad y la belleza del paisaje boyacense.

Ricardo Muñoz Fernández / La Copa-Toca, Boyacá
09 de septiembre de 2009 - 02:05 a. m.

Al recorrer algunos pasos de la ruta libertadora entre planicies y montañas multicolores del altiplano boyacense, se encuentra el embalse de La Copa, en el municipio de Toca, Boyacá, un lugar de descanso, tranquilidad y naturaleza sin límites. Sin entrar a la capital boyacense, por la vía Bogotá-Tunja, en dirección nororiente en el kilómetro 21 entre las poblaciones de Chivatá y Toca, se ingresa a la región por una carretera destapada que conecta con la vereda San Francisco. Allí se encuentra la finca Yerbabuena, portal de acceso al embalse que tiene una extensión de 880 hectáreas y que está destinado al programa de riego del Valle de Duitama y Sogamoso.

Este lugar de clima frío —con temperaturas que oscilan entre los 13 y los 16°C— en medio de las montañas del centro del país, lejos del ruido y el acelerado ritmo de vida de las ciudades, se ha forjado como el centro de reunión de la cultura y tradición del municipio de Toca. El poblado boyacense, fundado en 1555, basa su economía principalmente en la agricultura, la ganadería y el cultivo de flores de una excelente calidad, y en producción lechera alcanza un volumen de alrededor de 16.000 litros diarios.

También muestra un gran despliegue gastronómico, en el cual sobresalen las tradicionales sopas como la mazamorra, cuchuco y ajiaco, elaboradas a base de cebada, trigo o maíz con sus particulares preparaciones. También están los amasijos, que son acompañamientos para el desayuno y las onces, entre ellos las almojábanas, polvorosas, garullas, cotudos, rosquitas, mantecadas, buñuelos y la tradicional arepa boyacense.

Cuando el visitante se encuentre en este apacible lugar puede realizar diferentes actividades, como la práctica el ciclomontañismo, caminatas ecológicas, cabalgatas, recorridos en lancha por el embalse, clases de pesca, paseo en chiva, además de ser un lugar ideal para los deportes náuticos como el kayak y el velerismo. El embalse de La Copa brinda toda su naturaleza para que sus visitantes se reencuentren con la vida, la tranquilidad y los sonidos de un ambiente totalmente natural, que recargará las energías de los viajeros con su clima, entorno de fauna y flora, así como con la belleza de sus paisajes.

En este maravilloso espacio se vive el día sin preocuparse por el tiempo, contemplando los amaneceres, las puestas del sol y el sonido del viento. En las noches se convierte en un lugar excepcional para el avistamiento de las diferentes constelaciones, razón por la cual los apasionados de la astronomía pueden apreciar las estrellas en sus noches traslucidas y despejadas. Ahora también existe la posibilidad de pasar las noches alojados en una casa navegante, donde también se pueden vivir veladas en medio de la represa y sentir el arrullo del suave oleaje hasta el amanecer, siempre rodeado de sus limpias  aguas.

Tradición y naturaleza

El municipio de Toca muestra en su paisaje andino las mejores y más tradiciones costumbres boyacenses, cargadas de un gran atractivo ambiental y mezcladas con la amabilidad de su gente, su estructura antigua y la tranquilidad que sólo allí se pude disfrutar.


La población trabaja por conservar los vestigios de los siglos pasados y su cultura se refleja en la vestimenta de las familias toquenses, que conviven en medio de montañas y planicies a un ritmo de vida menos acelerado que el de sus poblaciones vecinas.

Tranquilidad en Boyacá

En inmediaciones de la población de Villa de Leyva, Boyacá, se puede encontrar un espacio que se une a la alternativa del descanso en medio de la naturaleza y tradiciones de esta región del país: la Casa de los Fundadores, que tiene por objetivo acercar a sus huéspedes al descanso total en sus instalaciones, les proporciona diferentes actividades de relajación y un encuentro directo con el paisaje original de Boyacá, tanto en el día como durante las fantásticas noches en las que se pueden apreciar las constelaciones con gran facilidad.

Casa navegante

Esta es una nueva alternativa turística para descansar. Tiene dos habitaciones con baño, sala-comedor completamente dotada, bar, cocina, terraza,  conectividad a internet y telefonía celular. Cuenta con televisores LCD, reproductor de música y DVD, hamacas, cañas de pescar y botes con remos.

Esta casa tiene autonomía de navegación para desplazarse a través del embalse de La Copa a velocidades que oscilan entre los 2 y 5 kilómetros por hora, bajo el control del personal de Aviatur, quien maneja este esquema vacacional gracias a dos motores cuatro tiempos que posee para su propulsión. Por su diseño de flotabilidad, se detiene en cualquier lugar anclándose por el tiempo requerido.

Fue construida aproximadamente durante un año con un propósito ambiental, pues no genera contaminación y se provee de energía  a través de paneles solares. Si lo necesita, puede recargarse en las tomas eléctricas dispuestas en el muelle.

El proyecto alcanzó una inversión cercana a los $450 millones y su capacidad de alojamiento es de 6 personas, que podrán apreciar la naturaleza del embalse de La Copa.

Por Ricardo Muñoz Fernández / La Copa-Toca, Boyacá

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