Turismo
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Un sur por descubrir

Como un regalo para el cuerpo se puede resumir este destino. Vegetación autóctona, lagunas, ríos y volcanes hacen que los turistas sólo se concentren en vivir. La calidez de sus habitantes y la gastronomía, sus otros atractivos.

Marcela Díaz Sandoval *
20 de abril de 2016 - 04:28 a. m.

Todo tiene su tiempo. El mío en la Región de los Ríos en Chile ya terminó, pero fue tan especial que me siento en la obligación de narrarles lo que viví para antojarlos de visitarla algún día. Tomen asiento y pónganse cómodos que esta historia comienza ahora: es un viaje para los sentidos. Los ojos se renuevan al ver tanta belleza natural junta, el olfato agradece respirar aire puro y los oídos se maravillan al escuchar el canto de las aves y la brisa de los árboles.

No hay tecnología, tampoco trancones, contaminación o ruido de las personas en las calles, ni siquiera hay espacio para distraerse en algo distinto a disfrutar. El recorrido empieza en Valdivia, capital de esta región chilena. Su atracción principal es el río Valdivia, que pasa frente a la ciudad y atraviesa siete lagos. Una de las opciones para recorrerlo son los taxis fluviales solares; el paseo dura una hora y cuesta $22.000. Desde allí se pueden apreciar los clubes de yates, el submarino O’Brien, el Jardín Botánico, la Universidad Austral de Chile y el mercado fluvial con sus 25 locales.

La ciudad es el ejemplo de que no todo tiempo pasado fue mejor. Era un domingo 22 de mayo del año 1960 cuando un terremoto de 9,5 en la escala de magnitud de momento (MW) catapultó a Valdivia como el lugar con el mayor movimiento telúrico en la historia del mundo hasta ahora. Razón por la que hoy muchas de las estructuras que allí se encuentran son modernas y otras recuerdan un pasado triste y desalentador.

El panorama cambia a 17 kilómetros de carretera, cuando un paisaje de árboles, lagunas, ríos y volcanes da la bienvenida a Chaihuín, un sector que pertenece a la comuna de Corral. Visitar el sendero Los Colmillos es una actividad imperdible y un regalo para el cuerpo. Un extraordinario paisaje rodeado de un bosque siempre verde, vegetación autóctona, pequeñas caídas de agua y aves típicas hacen que cualquiera se concentre en vivir.

Una caminata de 45 minutos por el sendero Los Alerces puede ser el siguiente plan, y no termina hasta tener un encuentro con el atractivo abuelo Alerce Milenario, un árbol gigante con más de 3.500 años de historia. Para acceder a él basta con ponerse en contacto con el Parque Nacional Alerce Costero. El precio para adultos extranjeros es de $22.000 y el de los niños $11.000.

Una buena jornada de ejercicio merece una buena recompensa y eso es lo que ofrece el restaurante Pesca Sur, ubicado en Huape. La recomendación es pedir unas empanadas de lapa con jugo de murta y, de postre, sémola con leche en salsa de maqui.

Valdivia, sin embargo, no es sólo naturaleza. La ciudad también es conocida como la capital cervecera de Chile, pues en ella se encuentra la sede de la Cervecería Kunstmann, famosa en la categoría prémium. Su componente de lúpulo le da un sabor amargo y la vincula inmediatamente con la tradición alemana.

Para los aventureros

En la Región de los Ríos los planes son tan diversos como la geografía. Los amantes de la aventura pueden disfrutar de un día de pesca en el río Calcurrupe. Cerca de siete hombres estarán dispuestos en sus botes para acompañarlos. El recorrido dura aproximadamente dos horas y media y es perfecto para quienes disfrutan del turismo contemplativo.

Otra opción es visitar la reserva de Huilo Huilo y disfrutar de actividades familiares como canopy, cabalgatas, ascenso al volcán, escalada, senderismo o hacer la rutina de un guardaparques por un día. En el sur las estaciones pueden llegar antes o después, por lo que visitar centros termales como el del Rincón o las Termas Geométricas nunca podrá descartarse. Estas últimas, ubicadas en medio de los bosques nativos del Parque Nacional Volcán Villarrica, están conformadas por 17 piscinas que van subiendo de temperatura hasta alcanzar los 45 °C.

Todo llega y todo pasa. Hace nueve días terminé mi viaje y puedo decirles que aterricé renovada. La Región de los Ríos es perfecta para vivir dos cosas: aventura o descanso pleno. Esta historia la concluye el escritor italiano Cesare Pavese: “Viajar es una brutalidad. Te obliga a confiar en extraños y a perder de vista todo lo que te resulta familiar y confortable de tus amigos y tu casa. Estás todo el tiempo en desequilibrio. Nada es tuyo excepto lo más esencial: el aire, las horas de descanso, los sueños, el mar, el cielo...”.

 

* Este artículo fue posible gracias a la invitación del Servicio Nacional de Turismo de Chile (Sernatur) y a Visit Chile.

Por Marcela Díaz Sandoval *

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