• Revise que sus llantas estén bien infladas. La correcta presión de aire para sus neumáticos está especificada por el fabricante de su vehículo y la puede encontrar en el borde de la puerta del conductor, en la puerta de la guantera, la tapa de la gasolina o en el manual de propietario.
• El valor que aparece en el costado de la llanta no es la presión de aire recomendada, sino la presión máxima de aire a la que se debe inflar la llanta para la máxima carga. Es por ello que la presión especificada por el fabricante del vehículo siempre será menor. Se debe de revisar la presión de aire, al menos una vez al mes.
• Usted no solamente debe preparar su vehículo y sus llantas para los cambios climáticos que se presenten. Niebla, lluvia excesiva y calor, todos ellos necesitan ajustes y mantenimiento específicos y así cuente con llantas de alta eficiencia para la evacuación de agua, reduzca la velocidad cuando conduzca en terreno mojado, ya que el agarre no es el mismo al de condiciones normales de manejo.
• Es recomendable revisar la alineación de la dirección y el balanceo cada 5.000 kilómetros, para evitar que una irregularidad mecánica produzca desgaste excesivo en la banda de rodamiento o se afecten las condiciones de conducción del vehículo.
• Revise la profundidad de la banda de rodamiento. Una apropiada profundidad puede prevenir el patinaje, el hidroplaneo o el bloqueo de una rueda.
• Cada 5.000 kilómetros se debe realizar la rotación las llantas para compensar las diferencias de desgaste. Hágalo en lugares confiables y autorizados.
• Se debe utilizar, al momento de la limpieza de los neumáticos, sólo agua y jabón. Algunos líquidos dan brillo, pero no son recomendables.