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La Organización Mundial de la Salud (OMS) elevó a entre 100 y 300 el número aproximado de casos que podrían registrarse por el actual brote de ébola en República Democrática del Congo, según nuevas estimaciones publicadas este martes y que fijan las operaciones iniciales hasta el mes de julio.
El documento recoge los datos actualizados hasta el 27 de mayo y cifra en 54 los casos detectados de esta fiebre hemorrágica, entre ellos 25 fallecidos, si bien las estimaciones de las autoridades locales sitúan la cifra de víctimas mortales cerca de la treintena. La tasa de mortalidad ronda por tanto el 50 por ciento.
En reportes posteriores, del 27 de mayo, la OMS estimó que de esos 54 casos, hay 35 confirmados, 13 probables y 6 sospechosos, que se encuentran bajo observación.
El brote se detectó en un primer momento en una zona remota de la región congoleña de Equateur y se ha extendido ya a la ciudad de Mbandaka, donde residen más de un millón de personas. La OMS calcula que unos 2,5 millones de personas viven en todo el área afectada.
La situación actual ha llevado a la agencia de la ONU a apuntar la posibilidad de que el número total de casos por este brote se sitúe entre los 100 y los 300, en base a una estimación trimestral que establece en diez los contactos por cada caso en zona rural y en 30 los contactos por cada enfermo en áreas urbanas.
La OMS coordina junto a las autoridades de la RDC unas tareas de vacunación a la que también se ha sumado Médicos Sin Fronteras (MSF) y en la que se ha comenzado a suministrar a los trabajadores en primera línea –desde personal médico a empleados de funerarias– dosis experimentales para tratar de contener la expansión de la enfermedad.
Hasta el momento, la OMS ha aplicado 10.000 vacunas contra el virus, y tiene en cuarentena a todos los pacientes. No obstante, tres posibles afectados escaparon del hospital, lo que podría aumentar los riesgos de expansión.
Cabe recordar que hace cuatro años, en 2014, comenzó el brote más reciente de la enfermedad en África Occidental. Las primeras noticias llegaron desde un remoto lugar de Guinea, cuando un bebé de 18 meses contrajo el virus, que no tardó en regarse por todo ese país. Más tarde, la enfermedad se propagó a los vecinos Sierra leona y Guinea, y su expansión llegó hasta otros siete países: Malí, Nigeria, Senegal, España, Reino Unido, Italia y Estados Unidos. Esa crisis dejó 11.000 personas muertas.
Ahora, con la enfermedad en la capital del país, las medidas de las uatoridades de salud son extremas, pero contener el brote en este contexto es todo un desafío: Mbandaka, la ciudad donde ya se instaló el virus, está conectada a través del río Congo con las dos grandes capitales de la República del Congo: Brazzaville y Kinshasa, donde viven más de 12 millones de personas. Además, también está comunicada con Bangui (capital de República Centroafricana) por el río Ubangui.