En principio Twitter era una red privada, muy pocos la conocían, pero como pasa con las cosas interesantes, poco a poco se fue volviendo famoso, atrayendo a celebridades que trajeron consigo a sus fanáticos que se convirtieron en usuarios. Esto lo volvió inestable e inaccesible por largos intervalos de tiempo, desde entonces los inconvenientes no han hecho falta.
Los problemas de estabilidad obligaron a los ingenieros a reescribir el código de la red social, prácticamente volverla a crear. Desde ahí el enfoque de Twitter pasó a captar más usuarios y monetizar para llegar a la bolsa. La solución fueron los trending topics y tweets publicitarios, que entre más usuarios, más costosos se harían.
Pero contrario a lo que se pensaba, tener un mayor número de usuarios también ha resultado ser un inconveniente. A estas alturas la red de microblogging más popular del mundo cuenta con aproximadamente 947 millones de usuarios, de los que el 44 por ciento no ha publicado ni el primer tweet desde su inscripción. Así lo aseguró el portal Twopcharts, que se dedica a monitorear a la red social.
Según el mismo portal, el 30 por ciento de los inscritos en la red social no sobrepasa los 10 tweets antes de dejar de publicar. Las razones para esto son varias, para muchos la red resulta aburrida y difícil de manejar, otros se limitan a seguir gente y leer lo que se publica, después de todo el flujo de información es suficiente como para mantenerse distraído sin la necesidad de generar contenido propio.
La falta de usuarios activos y el poco crecimiento de los mismos genera problemas para la red social que ya está en la bolsa, donde para tener éxito hay que mantener satisfechos a los accionistas que solo esperan crecimiento en las ganancias. De ahí los cambios de diseño y las nuevas funciones que los creadores agregan al sitio en un intento por lograr que la gente pase más tiempo conectada y publicando.