:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/xGILUdC33DdswQI65vj9rGJj1BM=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/AX57L2EYXVHGXO3FCN6JENLJSA.jpg)
Esto no es ni una inocentada ni un fraude viral en internet. El 30 de marzo de 2016, la Academia Nacional de Ciencia y Tecnología de Filipinas (NAST, por sus siglas en inglés) publicó en Facebook una foto de 1954 del ingeniero filipino Gregorio Y. Zara demostrando su último invento: un teléfono con televisión bidireccional, o videoteléfono, patentado como “fototeléfono con separador de señal en red”. (Lea "Seamos conscientes de lo que circula en nuestras redes sociales")
El mensaje se popularizó rápidamente, sobre todo entre los usuarios de internet en Filipinas, que valoraron enterarse de que un filipino había inventado ya un videoteléfono en la década de 1950. Aquí está la leyenda completa que acompaña la foto de Facebook:
“Antes de que existieran Skype y Facetime, un científico filipino inventó una televisión-teléfono. ¡Ajá! El científico nacional Gregorio Y. Zara, físico, inventó en 1954 un dispositivo que hacía posible que dos personas se pudiesen ver entre sí en un televisor mientras hablaban por teléfono”.
NAST es un órgano consultivo del gobierno de Filipinas encargado de la ciencia y la tecnología. Uno de sus cometidos es reconocer los logros más destacados de los filipinos en ciencia y tecnología.
Además del videoteléfono, Zara tiene 30 patentes a su nombre, incluyendo un dispositivo de energía solar, una sierra de hélice, y un motor de avión que usa alcohol etílico como combustible.
La mayoría de las reacciones en las redes sociales alaban el logro del pionero Zara en la consecución del videoteléfono. Muchos estudiantes saben que Zara es un importante científico filipino, pero sólo unos pocos recuerdan que uno de sus inventos fue uno de los primeros prototipos de un aparato que llegaríamos a conocer como videoteléfono.
Otros usuarios de medios sociales interpretan la historia como una evidencia de que los gobiernos anteriores del país no supieron apoyar el trabajo de científicos y visionarios como Zara.
No hay una explicación clara de por qué el videoteléfono de Zara no llegó a comercializarse, pero un comentarista señalaba que la transmisión utilizada por el aparato era la misma que se utiliza para la difusión de la señal de televisión en directo. Por lo tanto, era “cara y poco práctica”.
Zara murió en 1978, aunque su legado sigue vivo cada vez que un trabajador filipino en el extranjero se conecta con su familia en Filipinas usando uno de los actuales servicios de videoteléfono en internet.
*La versión original de este artículo apareció en Global Voices. La traducción es de Francisco J. Jariego. Licencia Creative Commons.