El imperio del código abierto

Empresas en todos los ramos de la producción hoy usan algún desarrollo de este tipo. Internet de las cosas e inteligencia artificial, la siguiente frontera de este software.

Santiago La Rotta
12 de noviembre de 2015 - 02:07 p. m.

Red Hat es quizá la mayor compañía dedicada a producir productos basados en software de código abierto (conocido popularmente como OSS, en inglés). Sólo el año pasado, la compañía tuvo US$1.790 millones en ingresos globales y desde hace una década su ritmo de crecimiento se ha mantenido en 17%.

El movimiento de OSS es hoy más importante que siempre, pues este tipo de software es usado ampliamente por empresas en prácticamente cualquier sector de la producción.

Hablamos con Mike Piech, vicepresidente y gerente general de la división de middleware en Red Hat, sobre los retos y ventajas actuales del OSS en el mundo. Lo siguiente es una especie de monólogo en el que condesamos las respuestas de Piech

“El software de código abierto lleva ya más de 20 años en el ecosistema digital. Creo que este tiempo ha ayudado a que las empresas comiencen a confiar en él y a descubrir las ventajas que representa para sus negocios. En general, la industria hace rato cruzó el umbral de la desconfianza y ahora lo usa cómodamente. Por cierto, esto tiene que ver mucho con el papel de Red Hat, pues desde acá hemos impulsado la adopción del software de código abierto en el ámbito de los negocios. Y esto se ha logrado al tomar aspectos como la apertura y la libertad de este tipo de desarrollos y extraer lo mejor de ellos para el mundo de las empresas.

El OSS tiene varias ventajas. En primer lugar su costo. Cuando Red Hat produjo una versión de Linux para empresas lo que pudimos decirle a estas compañías era algo como: ‘Este es un software que ofrece las mismas capacidades, estabilidad y seguridad que otros productos licenciados, pero a una fracción del precio’. Algunos se han referido a este proceso como la mercantilización del software, en donde se tomó un producto que solía ser muy caro y complejo y ahora se ofrece a menos precio y de formas más simples.

La segunda razón por la que el software de código abierto es tan interesante hoy tiene que ver con la innovación. A medida que las empresas comenzaron a sentirse más cómodas y seguras con el OSS, éstas se han beneficiado no sólo de la mercantilización de cosas que ya existían, sino también de la habilidad de tomar la innovación del mundo del software abierto y trasladarla a productos que llegan al cliente final.

Una comunidad de software de código abierto está compuesta por cientos o miles de personas que, colectivamente, pueden probar nuevas cosas y ver la evolución de soluciones de una forma mucho más acelerada que los desarrolladores al interior de una compañía que produce software propio, o propietario, como es conocido comúnmente. Acá se cuenta con la ventaja de los números: la cantidad de gente involucrada, pero también se trata de gente que está constantemente buscando nuevos caminos y aproximaciones para problemas comunes.

Es importante mantener saludable a la comunidad de desarrolladores. Un aspecto importante es continuar entregándole ésta la libertad y el espacio para experimentar con ideas y hacerlas crecer, pero todo esto debe hacerse bajos sus propias reglas y formas.Este es uno de los aspectos de mi trabajo como gerente de la división de Middleware en Red Hat.

La relación entre gerentes de producto y los ingenieros en el mundo del software de código abierto es muy diferente de la que se tiene en una compañía de software común y corriente. Aquí, el gerente no se sienta en una torre de marfil y le dicta al ingeniero qué hacer y qué construir: es necesario ser participar en la comunidad y trabajar mano a mano con los desarrolladores. En este mundo se asume que quienes crean tienen una libertad más grande y, de cierta forma, hacen las cosas a su manera. En concreto, la mejor forma para mantener una comunidad sana es respetarla y trabajar en conjunto porque se trata de un mundo que, fundamentalmente, quiere ser y mantenerse libre.

De cara al futuro, hay varios sectores en los que el OSS puede tener un gran impacto. Por ejemplo, la internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) es uno de los campos más atractivos por las posibilidades de construir nuevas aplicaciones y de conectar varios sectores.

Creo que el trabajo en este mundo específico va a permitir que la forma de hacer las cosas y la cultura de creación de la comunidad de software de código abierto cambien. A diferencia de muchos desarrollos hechos en sectores como software para empresas o para la web, IoT es una oportunidad para interactuar con objetos físicos, pues no se trata de desarrollar herramientas para un mundo abstracto. IoT presenta desafíos en el mundo tangible y estos a su vez traerán cambios a la forma como trabajan los desarrolladores de la comunidad.

A la par del software de código abierto también hay una noción de esta misma naturaleza pero en hardware, en donde el diseño del hardware mismo puede arrancar y ser cultivado en una forma abierta. La impresión en 3D ha permitido que individuos o compañías pequeñas hagan prototipos rápidos de objetos que han sido desarrollados abiertamente. Este es un aspecto que con seguridad avanzará hacia el futuro.

Hay un tercer campo en el que creo que habrá desarrollos interesantes de código abierto y tiene que ver con la creación de modelos de inteligencia artificial que se ofrecen como servicios al público, de la misma forma que IBM, por ejemplo, ofrece Watson bajo licenciamiento para empresas. Creo que habrá más sistemas de inteligencia artificial hechos con software de código abierto”.

Por Santiago La Rotta

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