El último Call of Duty fue una decepción en ventas, ¿se está cansando la gente de la serie?

Aunque la franquicia sigue dominando el mercado, Activision tiene serios motivos para preocuparse por el desempeño del título más reciente.

Juan Carlos Rincón Escalante
28 de marzo de 2017 - 11:47 a. m.
Cortesía - Activision
Cortesía - Activision

Hubo señales de advertencia. Tan pronto se publicó el tráiler que anunciaba el próximo lanzamiento de Call of Duty: Infinite Warfare, el público de Youtube enloqueció... negativamente. Se convirtió en uno de los vídeos con más “no me gusta” del sitio. A la fecha de hoy, pese a tener más de 34 millones de reproducciones, se cuentan cerca de 3,5 millones de “no me gusta”. En contraste, poco más de 500.000 personas dijeron que les gustaba. El mensaje parecía ser el mismo entre las quejas: ¿cómo así, el mismo juego del año pasado, sólo que con una nueva capa de pintura?

Activision, el estudio desarrollador, calmó a sus accionistas diciéndoles que algo similar había pasado con el tráiler de Call of Duty: Black Ops II, juego que terminaría siendo el más exitoso en la historia de la franquicia con 29,46 millones de copias vendidas en todo el mundo. Sin embargo, el rayo no cayó dos veces en el mismo lugar: Infinite Warfare llegó y fue una decepción en ventas.

Por supuesto, aquí es importante hacer un paréntesis gigante: “decepción” para Activision son las 11,39 millones de copias que ha logrado vender a la fecha de Infinite Warfare. Si se compara con otros juegos, éste es un éxito rotundo. Nadie puede dudar que la franquicia de Call of Duty sigue teniendo mucha vida. Battlefield I, que fue el primer triunfo de EA sobre Activision en el género de disparos en años recientes, ha vendido 11,95 millones de copias. No es una diferencia aplastante.

Pero el “fracaso” sí se siente mucho más cuando se compara con los números que venía produciendo Call of Duty año tras año.  Black Ops III (2015) vendió 26,26 millones de juegos. Advanced Warfare (2014) movió 22,17 millones de copias. Ghosts (2013) se vendió 27,52 millones de veces. Y, claro, Black Ops III (2012) es el rey con casi 30 millones de copia vendidas. Es decir, Infinite Warfare es una vergüenza para la familia.

La lectura desde Activision ha sido echarle la culpa a que el juego se desarrollase en el espacio. Por eso, todo parece indicar que la versión de este año volverá a alguna de las guerras mundiales. “El combate tradicional será de nuevo el foco”, dijo Thomas Tippl, funcionario del estudio, sobre el juego que probablemente se anuncie hacia mitad del año. ¿Bastará eso para que los jugadores regresen a la franquicia?

Convencer a más de 20 millones de personas que compren el juego de la misma serie año tras año no es tarea fácil, pero Activision lo venía logrando con aparente facilidad. Ojalá el estrellón de Infinite Warfare sirva para que se pregunten con más seriedad cómo innovar en un género que, aunque vende, parece estancado.

Sería mucho más beneficioso para los jugadores, y para el mundo de los videojuegos en general, que hubiese más tiempo entre versión y versión de Call of Duty, de tal manera que tuviesen tiempo de proponer algo nuevo, en vez de refinamientos bienvenidos, pero insuficientes para justificar la inversión de dinero anualmente.

Aunque, como en todos los casos que involucran tanto dinero, el mercado es lo único que importa: si la versión que sale este año vende más de 20 millones de copias de nuevo, independientemente de sus méritos, Activision seguirá convencido de que su problema fue haber puesto el juego en el espacio, y no que vienen vendiendo mecánicas muy similares año tras año.

Por Juan Carlos Rincón Escalante

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