Tanto el gobierno como algunas multinacionales que operan en Reino Unidos han decidido suspender los pagos que hacían a Google por sus servicios de publicidad. Todo empezó la semana pasada cuando material publicitario sobre agencias gubernamentales empezó a aparecer asociado con páginas y videos con contenido inapropiado o de carácter extremista, entre los que están videos de Youtube con discursos del líder del Ku Klux Klan, David Duke.
En la era de internet, las compañías le pagan a empresas como Google para hacer que la publicidad llegue únicamente a los clientes que pueden estar interesados en ella.
A partir del análisis de los datos de búsqueda, Google puede estimar los intereses de los usuarios y ofrecerles, de forma automatizada, el tipo de publicidad que encaja con sus hábitos de consumo o con factores como su edad y nivel de ingresos. Lo anterior hace que las empresas o entidades públicas que pagan por ubicar su material publicitario en internet no puedan tener un control riguroso sobre dónde van a aparecer las propagandas asociadas a sus marcas.
Entre las empresas que ya suspendieron sus pagos al servicio de publicidad ofrecido por la gigante digital están la BBC, Audi, McDonald´s y bacos como HSBC y Lloyds.
Se espera que en el Advertising Week Europe, un evento global sobre publicidad que se llevará a cabo en Londres a partir del lunes, las directivas de Google se pronuncien públicamente al respecto y ofrezcan alternativas para superar los fallos en su servicio.