Los debates que cambiarán todo

Investigaciones judiciales podrían alterar el modelo de negocios de compañías como Google y Amazon, así como la forma en la que sus usuarios consumen sus servicios.

Santiago La Rotta
01 de julio de 2015 - 10:44 p. m.
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Foto: Vincenzo De Bernardo

“Concluimos que la decisión anterior acerca de la conspiración horizontal que Apple orquestó con las editoriales para incrementar el precio de los libros electrónicos está ampliamente soportada y es razonable, y que este acuerdo restringió sin razón el libre comercio”. Estas fueron las palabras con las que una decisión de un tribunal federal de apelaciones de EE.UU. dejó en firme esta semana una condena en contra de Apple por manipular el costo de los eBooks en 2010; el primer fallo en el proceso fue emitido por un tribunal de Nueva York en 2013.

La investigación en contra de Apple y cinco de las mayores empresas editoriales de Estados Unidos arrancó en abril de 2012 bajo la premisa de que, en las seis semanas antes de la introducción del iPad (en 2010), Steve Jobs, fallecido cofundador de Apple, indujo a las editoriales a subir los precios de sus libros electrónicos. El mecanismo utilizado por Jobs fue la firma de una cláusula que obligaba a estas compañías a no vender sus productos por debajo del precio que se ofrecía en la tienda digital de Apple para libros, iBook Store.

La intención de este acuerdo, en el cual participaron Hachette Book Group, Simon & Schuster, Harper Collins, Macmillan y Penguin Group USA, era elevar los precios por encima de los US$10(entre US$12,99 y US$14,99) y así hacerle frente a Amazon, el gran competidor de Apple en este campo, y cuyo modelo de negocio le permitía ofrecer las novedades y los libros más vendidos muchas veces a US$9,99. El acuerdo logrado entre Apple y las editoriales hizo que éstas, a su vez, renegociaran sus contratos con Amazon para subir el precio de sus productos en esta plataforma también.

“Apple no conspiró para manipular los precios de los libros electrónicos y este fallo no hace nada para cambiar los hechos”, aseguró un portavoz de la compañía refiriéndose a la decisión.

Aunque no queda claro cuáles serán las siguientes acciones legales de Apple en este tema, lo paradójico de todo el proceso judicial es que, en busca de corregir prácticas de monopolio en el mercado del eBook, quizá se terminó reforzando la posición de Amazon al ser debilitado uno de sus grandes competidores; para 2010, tiempo del acuerdo investigado, esta última empresa tenía cerca del 90% del mercado del libro digital en EE.UU.

Los líos por posición dominante no acaban acá, tanto para Apple y Amazon, así como para Google y Facebook, pues todas estas compañías están siendo cuestionadas en Europa por una variedad de actividades que van desde presunta evasión de impuestos, pasando por prácticas de monopolio, hasta manejo de los datos privados de los usuarios.

Por ejemplo, Google se encuentra en la mira de la Comisión Europea (el brazo ejecutivo de la Unión Europea) por la forma como la empresa muestra otras de sus herramientas en los resultados de búsqueda, particularmente lo que tiene que ver con sus servicios de compras, Google Shopping: la compañía, según la visión de la Comisión, muestra más prominentemente su propia oferta por encima de la de otros.

Un estudio publicado esta semana, liderado por académicos de las universidades de Harvard y Columbia, concluye que el buscador en efecto podría arrojar resultados más diversos, en lo que respecta a mostrar información de competidores en temas como reseñas sobre restaurantes, por ejemplo. La investigación, sin embargo, ha sido ampliamente criticada, pues fue comisionada por Yelp, una empresa rival de Google en este escenario.

A través de un comunicado, Google respondió que “esto no es nuevo, pues Yelp lleva cinco años argumentando lo mismo y demandando que sus servicios sean mejor posicionados en los resultados de búsqueda. Este estudio está basado en una metodología defectuosa y se enfoca sólo en los resultados de un puñado de consultas. En Google nos concentramos en tratar de proveer los mejores resultados para nuestros usuarios”.

Con todo, la ratificación de la condena contra Apple y el proceso contra Google en Europa, además de los otros temas que han puesto a varias compañías de tecnología en la mira de los reguladores en Europa, conforman un conjunto de amplios debates que tienen el potencial de alterar el modelo de negocio de estas empresas, pero también la forma como el consumidor recibe servicios que, para millones de usuarios, se han vuelto indispensables, por decir lo menos. 

 

 

slarotta@elespectador.com

Por Santiago La Rotta

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