Samsung Galaxy A7, tecnología de gama alta, pero con menor precio

El rediseño de la línea A incluyó mejoras en diseño y funciones, que la acercan cada vez más al terreno de la S, que sigue siendo el buque insignia de la empresa.

Santiago La Rotta.
21 de marzo de 2017 - 10:19 p. m.
Cortesía - Samsung
Cortesía - Samsung

Procesadores de ocho núcleos con 1,9 GHZ, 3GB de RAM, resistencia al agua, construcción en metal, conector USB-C. Todas estas son características que hasta hace poco tiempo pertenecían a la gama más alta de celulares, pero que lentamente han comenzado a filtrarse hacia abajo en la pirámide de los fabricantes.

Es un proceso normal que, además, no es exclusivo de la telefonía móvil, sino que prácticamente está presente en cualquier dispositivo de consumo masivo, incluyendo los carros: las innovaciones de la línea insignia pasan a otros segmentos una vez comienzan a bajar de precio y su uso se masifica.

Este movimiento termina por crear nuevos sectores, que típicamente concentran a los consumidores que no pagan por un producto de alta gama, pero esperan recibir prestaciones iguales o, cuando menos, similares.

Satisfacer esta necesidad es casi tan importante como seguir en la pelea de los dispositivos insignia. En últimas, la parte más amplia de ciertos mercados, como Colombia, se encuentra por debajo de la gama más alta.

El reto para las marcas es poder llegar con un producto que se sienta, y opere, como un dispositivo insignia, pero con un precio menor. En la jerga de Samsung esto significa la serie A, que se ubica por debajo de la S (la más alta gama) y la J (que tiene precios más populares).

Para 2017, la empresa coreana hizo un rediseño de la línea, cuya encarnación más acabada es el A7, un teléfono con un tamaño imponente (5,7 pulgadas en pantalla) y prestaciones que no desmerecen frente a teléfonos de gama alta.

No es un S7, aunque su construcción en metal y sus finos acabados lo ponen muy cerca de la gama alta, mucho más cerca de lo que ha estado antes, por cierto. Igual no es un S7. La empresa no aspira a mezclar ambas líneas y el consumidor debe tener clara esta diferencia.

En temas de tamaño hay gustos y disgustos con un teléfono como el A7. En mi experiencia personal, con una prueba de varias semanas en las que lo usé como mi teléfono principal, el equipo se siente firme en la mano, con buen agarre, aunque puede resultar muy incómodo a la hora de llevarlo en un bolsillo del pantalón, por ejemplo. A pesar de su firmeza al tacto, tenerlo tanto tiempo en la mano tampoco resulta cómodo.

Claro, mayor tamaño implica mayor pantalla, lo que no siempre se traduce en calidad del display. Pero este no es el caso: el equipo de Samsung viene con Súper Amoled (1.080 x 1.920), en la que consumir video, leer durante largos períodos o jugar resulta un deleite.

Una pantalla de este tamaño puede castigar duramente el rendimiento de la batería, especialmente durante usos intensivos, como los descritos anteriormente. Sin embargo, tener un dispositivo grande permite ubicar una batería acorde. En el caso del A7, ésta cuenta con una capacidad de 3.600 mAh, lo que me permitió llegar casi a dos días con una sola carga.

El A7 viene con dos cámaras de 16MP, para el frente y el revés del equipo, lo que resulta una novedad bienvenida para los usuarios de selfis, un uso aceptado y deseado entre los consumidores, por desgracia. La montura de la cámara trasera ahora se integra por completo al teléfono como tal: o sea, ya no sobresale, lo que produce una superficie lisa y bien concebida en la parte de atrás del teléfono.

Ambos lentes cuentan con una apertura de f/1,9, lo que ayuda a lograr mejores tomas con baja luminosidad, por ejemplo. Esto en teoría: con poca luz, el desempeño de la cámara no es malo, pero dista de ser óptimo y su autofoco puede ser un poco lento en ubicar y asegurar sujetos en una toma bajo estas condiciones. Las fotos que produce el equipo no son malas, aclaro, pero no son los resultados que se pueden lograr con el S7, por ejemplo.

En términos de rendimiento, el A7 despacha las funciones de un usuario promedio con facilidad, gracias al procesador de ocho núcleos con 1,9GHZ y sus 3GB de RAM. Incluso bajo juegos que requieren procesamiento intensivo, el teléfono responde admirablemente y sin sobrecalentamiento, un fenómeno muy usual en otros dispositivos.

Lastimosamente, el equipo viene con Android 6.0 (Marshmallow) instalado, una versión antigua del sistema operativo. La interfaz es limpia en el equipo, aunque puede pasar por básica.

En Colombia, el equipo cuesta dos millones de pesos, que no son poca cosa. Pero su precio pareciera equilibrado si se tiene en cuenta que el teléfono incluye sensor de huella, resistencia al agua y al polvo con certificación IP68 (la misma que tiene el S7), memoria interna de 32GB (estándar en la industria), pero con la posibilidad de expandirla hasta 256GB, y conectividad NFC, entre otras características.

El A7 es una mejora notable en esta gama, que progresivamente se vuelve más atractiva para todos los que no quieran, puedan o necesiten tener un dispositivo de alta gama, pero igual deseen poseer una máquina capaz y, en general, bien diseñada.

Por Santiago La Rotta.

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