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BMW C 650 GT, el pináculo de las scooters

Bella por donde se le mire, este nuevo producto manda la parada entre las maxiscooters y convence por su suavidad de marcha y exclusivo diseño exterior.

El Espectador
19 de noviembre de 2012 - 02:32 p. m.
BMW C 650 GT, el pináculo de las scooters

Hablar de una scooter con motor de 650 c.c. 60 caballos y 261 kilogramos de peso es una desproporción que en pocas cabezas cabría. Pero entre los ingenieros de BMW Motorrad y los amantes de sus productos esa desproporción se llama BMW C 650 GT.

Basta comenzar la descripción de este producto con las generosas dimensiones, que si bien no la hacen la más ágil entre el tráfico urbano, sí permiten una gran comodidad y disfrute en carretera: tiene una longitud total de 2.218 mm y un ancho total con espejos de 916 mm, además de una distancia entre ejes de 1.591 mm.

En ciudad, gracias al torque (60 Nm) del motor bicilíndrico de suave funcionamiento, y a la caja de velocidades continuamente variable –CVT, acelera rápidamente de 0 a 100 km/h en apenas 7,5 segundos y en carretera tiene una velocidad nominal de punta de 175 km/h, suficiente para cumplir con las condiciones de una scooter de ciudad y Gran Turismo.

En carretera, sea autopista o de montaña, la BMW C 650 GT es de suave andar gracias a su centro de gravedad bajo y, por su puesto, a la precisión de sus suspensiones. Además, la transmisión es por cadena bañada en aceite.

De ella también se disfruta de la seguridad de los frenos ABS integral (con dos discos adelante y uno atrás), pero especialmente de unas suspensiones que hacen olvidar que las motos de esta categoría son duras por naturaleza. La rueda delantera (120/70 R15) viene suspendida por una horquilla invertida y atrás (160/60 R15) por un monobrazo basculante, ambos con un recorrido de 115 mm.

Así mismo, hay que resaltar el asiento escalonado que ofrece gran confort y calefacción en ambas plazas. El alojamiento debajo de la silla es tapizado en alfombra e iluminado y le caben dos cascos con facilidad.?

Los instrumentos permiten que el motociclista tenga, a mano izquierda, el mando de luces altas, el interruptor de la luz de posición central (tres líneas de leds) o de luces medias, el elevador del plexiglass panorámico, el control de las direccionales (las dos delanteras en los espejos) y el pito.?

Además, está el control de acceso al computador de abordo, que entrega datos de navegación por una pantalla de cristal líquido: consumo promedio (medimos 5,7 litros cada 100 km, es decir, unos 66 km/gal), temperatura exterior, temperatura del aceite del motor, presión de inflado de las llantas, kilometraje total y parcial con dos ‘trips’, fecha y hora. El velocímetro es análogo en un reloj redondo de buena visibilidad, mientras el tacómetro es digital. En la mano derecha están los controles de calefacción de las sillas y los manillares, y el botón de encendido, que funciona paralelo a la palanca del freno.

Un detalle adicional: cuando se baja el soporte lateral hace imposible encender el motor; además, activa un freno automático que ¡impide que la moto se ruede!

Es posible tener esta maxiscooter desde 42 millones de pesos.

Por El Espectador

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