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Sintonizado con esta realidad, el sector automotor acelera sus procesos para ampliar con este tipo de innovaciones el mercado colombiano. En el pasado Salón Internacional del Automóvil de Bogotá, algunas marcas se atrevieron a exhibir sus modelos, pero en esta edición muchas traen sus carros para la venta. Ese es el caso de Kia, que comercializará el Soul eléctrico.
“Con este vehículo tuvimos una experiencia interesante: lo recargábamos en nuestras instalaciones en Bogotá, en donde el costo de la energía corresponde a estrato tres, y el kilómetro recorrido salía a $50. El kilómetro de gasolina en un Picanto, que es el modelo más económico que tenemos, cuesta $130. Es decir, que hay un gran ahorro”, explica Iván Peña Moscoso, gerente de Kia en Colombia.
El costo de este eléctrico será de $145 millones y aunque Peña reconoce que los precios son altos, en este Salón habrá descuentos debido a que las casas automotrices que están trayendo este tipo de vehículos aprovecharán el cupo de 500 carros que les da el Gobierno con exención de arancel. Otros productos que traerá la marca coreana son el Niro y el Óptima híbrido.
Esta misma línea la recorre Mitsubishi Colombia, que dentro de sus sorpresas para el Salón tendrá el lanzamiento del nuevo ASX, una potente propuesta de movilidad eléctrica; el Imiev, un vehículo compacto eléctrico, y el Outlander PHEV, un crossover híbrido, “en los que convergen la tecnología más avanzada en vehículos eléctricos probada en el i-MiEV, las máximas prestaciones 4x4 del Lancer Evolution y la impresionante robustez y capacidad en todos los terrenos del Montero”, aseguró Marco Pastrana, gerente de línea de Mitsubishi.
La casa japonesa quiere estar preparada para la alta demanda que tendrán estos vehículos en un futuro no muy lejano, cuando la movilidad urbana se concentre en las propuestas verdes. Lo cierto es que, como lo ha reiterado la Asociación Colombiana de Vehículos Automotores (Andemos), con las propuestas que se presentarán en el Salón es evidente la necesidad de mejorar la malla vial y promover la instalación de puntos de carga, pues de nada sirve esmerarse por importar estos modelos si rodar con ellos por las ciudades del territorio nacional es una tarea complicada.