Turismo

Colombianos en moto por el Himalaya

A más de 3.000 metros de altura, en grupos de máximo 14 personas, se rueda por un territorio tan hostil como fascinante. Ómar Londoño, un apasionado por los viajes y las dos ruedas, es el autor y guía de esta aventura por Asia central.

María Alejandra Castaño C.
03 de mayo de 2017 - 03:25 a. m.
La expedición de colombianos “A rodar por los Himalayas” 2016, en el  lago Pangong, a  4.250 metros de altura, que se extiende  134 km de largo  desde la India hasta el Tíbet. / Ómar Londoño
La expedición de colombianos “A rodar por los Himalayas” 2016, en el lago Pangong, a 4.250 metros de altura, que se extiende 134 km de largo desde la India hasta el Tíbet. / Ómar Londoño

¿Quién no ha soñado en algún momento de su vida conocer Bután, Nepal, China o India y rodar por la cordillera más alta de la Tierra? El bogotano Ómar Londoño, además de hacerlo realidad, creó un proyecto en Colombia dedicado a coordinar expediciones en moto por el Himalaya, con el respaldo de un equipo que trabaja desde la India ayudándole a coordinar la logística.

“A rodar por los Himalayas”, el nombre con el que bautizó el proyecto, es el resultado de muchos viajes y de la pasión por el motociclismo. En 2014 nació la idea mientras trabajaba en Himalayan Explorers, en Dharamshala, India. Y el entusiasmo fue aún mayor después de recorrer más de 30.000 kilómetros a través de India, Nepal y Sri Lanka, en una Royal Enfield Bullet 1989.

Himalayan Explorers se convirtió en su principal aliado y en 2016 partió la primera expedición de colombianos. “Nuestros viajes son preparados meticulosamente para disfrutarlos al máximo con seguridad y tranquilidad, en pareja o en grupo”, cuenta Ómar.

La travesía de 2016 fue un éxito y este año se está conformando un equipo para partir nuevamente en agosto a nuevas rutas y destinos como Nepal y Bután. “Las expediciones actuales nos llevan a tierras ancestrales indotibetanas en un recorrido no menos que épico”, asegura. El viaje a Ladakhi de ocho días empieza desde el aire, admirando parte de la poderosa cordillera del Himalaya a través de la ventana de un avión que aterriza a 3.520 metros de altura, en la antigua capital del reino Himalayo de Ladakh, la enigmática ciudad de Leh.

“Tenemos trazada una ruta maravillosa y de dificultad moderada, estaremos rodando por una altura superior a los 3.000 metros y ascenderemos hasta alcanzar los 5.360, en el alto de Khardung La, el más elevado del mundo. Seguimos por el valle de Nubra, conocida como la puerta de entrada a Asia central, viajando por un tramo de la milenaria Ruta de la Seda”.

La expedición Trans-Himalaya, de 15 días, es para motociclistas experimentados y apasionados. El camino es extremo, frío, escabroso y demanda resistencia debido a su intensidad. Serán dos semanas rodando por el Himalaya, maravillándose con el paisaje y poniendo a prueba la técnica como piloto. El punto de partida es Dharamsala, una vibrante ciudad multicultural en el norte de la India, en donde reside el gobierno tibetano en exilio. Un lugar rodeado de bosques de pinos y una panorámica incomparable de la cordillera.

Ómar asegura que durante los primeros días esta ruta los llevará hacia Ladakh, siguiendo el camino por el distrito de Chamba, al alto de Saach, una de las carreteras más difíciles del mundo. Tan solo un abrebocas de lo que será el viaje. “Lo que sigue no dejará de ser menos maravilloso”. La carretera se divide en tramos destapados y pavimentados con curvas que invitan a sentirse en un baile por los imponentes valles y montañas hasta llegar a los hermosos lagos de Pangong y Tso Kar.

“La rodada no le dará descanso, hay que prepararse física y sicológicamente”, advierte el aventurero. “Las fechas elegidas, entre julio y septiembre, son las más idóneas por la temperatura y la condición de los caminos, incluso, en algunos, esta es la única época que pueden ser transitados”.

En un territorio tan hostil, cualquier suceso que impida el tránsito por algún camino es impredecible con tanta anterioridad, es por eso que las fechas de salida, rutas, destinos y paradas pueden ser modificados.

Las dos expediciones necesitan mínimo de seis personas para realizarse y los grupos son máximos de catorce participantes. Incluyen motocicleta y combustible, acomodación (algunas noches en tiendas de campaña); alimentación, transportes, permisos del área y la logística de un equipo profesional y amigable que responde ante cualquier eventualidad.

“Los invito a que sean testigos de uno de los espectáculos naturales mas poderosos y hermosos del mundo, a que rueden por algunas de las carreteras y montañas más altas del planeta, conozcan una cultura vibrante y su gente, anden por caminos impensables y se pongan a prueba como riders”, concluye Londoño.

Si desea unirse al grupo puede visitar la página web: www.arodarporloshimalayas.com o el Facebook: @arodarporloshimalayas. 

Foto: Omar Londoño

Toda esta fascinante aventura llegará pronto en forma de serie web a Shock.co. Esta será la primera serie viajera del portal, que sigue los pasos de los primeros expedicionarios colombianos que se unieron a la travesía. Entre ellos, el hermano y la prima de Omar, David Londoño y Mayra Hernández, quienes junto a él y a su talento fotográfico, armaron un combo viajero de producción y, con la adrenalina corriendoles por las venas, se dedicaron a capturar en fotos, videos y hasta con un dron, el encanto místico de la India, sus inmensas montañas coloreadas con  banderas tibetanas y los momentos más extremos de esta inolvidable experiencia. La serie incluirá tips y consejos para prepararse para un viaje de alto calibre.

Por María Alejandra Castaño C.

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