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Miami, la ciudad del sol

Además de albergar la mayor cantidad de cruceros del mundo, es un lugar apetecido para vivir.

Redacción Buen Viaje
07 de octubre de 2013 - 12:38 p. m.
Uno de los encantos de Miami es la bahía, con sus yates y botes para pasear. / 123rf
Uno de los encantos de Miami es la bahía, con sus yates y botes para pasear. / 123rf

Aunque mucho menos glamurosa que en décadas pasadas, Miami sigue siendo sinónimo de buen gusto, exclusividad y opulencia. Los rascacielos que se elevan junto a la bahía, las mansiones de artistas, los superdeportivos que desfilan por las calles, los yates y las boutiques de renombrados diseñadores le imprimen un aire surrealista a esta ciudad que en 2008 fue galardonada como la más limpia de Estados Unidos y en la que habitaron etnias indígenas antes del siglo XVI.

Hoy en Miami se habla más español que inglés. La comunidad latina ha ido conquistando poco a poco almacenes, restaurantes, hoteles, y con su desparpajo ha hecho de la llamada Ciudad del Sol un escenario ideal para vacacionar o vivir plácidamente teniéndolo todo: centros comerciales inmensos y outlets en donde se consiguen exclusivas prendas por la mitad del precio, supermercados con una variedad infinita de productos, exquisitos locales de comida cubana, estadounidense, francesa, japonesa; galerías de arte, playas y una agitada vida nocturna.

Miami es una ciudad para volver. Los días nunca serán suficientes y la oferta cultural, deportiva y empresarial no deja de crecer. Aunque hay metro, lo más práctico es alquilar carro, pues las distancias son largas y la ciudad, salvo en pocas zonas, no fue pensada para disfrutarse a pie.

La variedad de hoteles sobre la bahía es nutrida, sin embargo, nada mejor que dormir cerca a la playa, en Miami Beach. Para quienes busquen un ambiente de rumba la opción ideal es Ocean Drive, y para las familias o parejas que anhelen descansar, a medida que se avanza hacia la zona de Bal Harbour las calles se van silenciando y los condominios y conjuntos residenciales ganando protagonismo.

Durante un fin de semana, además de las playas y las compras, vale la pena caminar por Lincoln Road y desayunar, almorzar o tomarse un vino en alguno de sus restaurantes, dejarse deslumbrar por la arquitectura del hotel Biltmore, en donde se dice estuvo escondido Al Capone, y, por qué no, bañarse en la piscina veneciana construida en 1923 en el tradicional sector de Coral Gables, en donde las viviendas de un solo piso se conservan imponentes en medio de jardines.

Precisamente uno de los lugares más concurridos de Miami es la Villa y los jardines de Vizcaya, que anualmente visitan 200.000 personas, dentro de las cuales han estado la reina Sofía de España y la reina Isabel II de Inglaterra. La construcción de este imponente sitio, elegido con frecuencia como escenario para la celebración de matrimonios, tomó dos años.

Hacer el tour en barco para observar de lejos las mansiones de personalidades como Gloria Stefan y Julio Iglesias es otro de los programas recomendados, al igual que probar la comida típica cubana del restaurante Versalles o los platos italianos del exclusivo centro comercial de Bal Halbour.

En Miami los días vuelan. Comprar, dejarse seducir por la gastronomía, experimentar la vida nocturna, relajarse en las playas. Esta ciudad es para gastar y descansar, y como el clima es cálido todo el año (en verano son comunes las lluvias y en invierno los fuertes vientos) y los tiquetes desde Colombia se consiguen a buen precio, siempre será un destino perfecto para vacacionar.

Por Redacción Buen Viaje

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