La luna del planeta Polifemo, Pandora, creada por la ficción y habitada por los azulados Na’vis, sí existe y está en la provincia de Hunan, en China. Se trata del parque Zhangjiajie, que sirvió para recrear las cumbres flotantes de este mundo irreal en la película Avatar. Los verdaderos pobladores cuentan que un día alguien dijo acertadamente que si cada montaña fuese una nota musical, Zhangjiajie sería una majestuosa sinfonía compuesta por la naturaleza. Y así parece.
Este parque forestal, el primero establecido en China en 1982, se convirtió en 1998 en uno de los mejores destinos ecoturísticos al ser declarado Patrimonio Mundial Natural y Cultural por la Unesco. La región protegida abarca 4.800 hectáreas y ampara una colección de más de 3.100 pilares de piedra, de diferentes alturas que superan los 800 metros; valles exuberantes, densos bosques, lagos, cuevas, cascadas y arroyos.
Cada uno de los atractivos del complejo rocoso es exótico. Huan Shi Zhai es el punto más alto, a 3.450 pies. Para subir hasta la cima y sentir que de un salto se pueden tocar las nubes es necesario ascender por una larga escalera de 3.878 escalones. Quienes prefieran hacer el recorrido desde las alturas pueden tomar el teleférico.
Al descender, los turistas llegan al jardín Kongzhong Tianyuan, rodeado de montañas rocosas y cubierto por un delicado tapete verde. El puente Tian Xia Yi Qiao Di, las inmensas columnas de la zona Yupi Feng y el lago artificial Baogeng Hu, en el que se ofrecen paseos en barco y rutas de senderismo, son otras de las paradas obligadas.
La puerta del cielo también tiene sede en Zhangjiajie. El agujero creado por movimientos geológicos mide 131 metros de alto, 57 de ancho y 60 de profundidad. Desde este sitio se logra vislumbrar la inmensidad del parque. Las entradas oscilan entre los $80.000 y $100.000, según el número de días que el viajero quiera estar.
Para finalizar la travesía, la zona de los miradores es la mejor. Millones de candados enclavados en las rejas representan las promesas de amor que por años se han hecho las parejas de enamorados. Desde todos los rincones del mundo reposan los sueños de amores puros como el del marine paralítico Jake Sully y la alienígena azul Neytiri, que alguna vez vivieron en la mítica Pandora.