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Nunca es tarde para tener una vida saludable

Para los adultos mayores, alimentarse de forma correcta es un requisito indispensable para disminuir la posibilidad de padecer enfermedades y problemas de salud.

Redacción Vivir
17 de abril de 2016 - 02:00 a. m.

Cuando se llega a la edad adulta hay varios factores que afectan nuestra salud. A la disminución de la actividad física se suman alteraciones en los sentidos, la disminución de la capacidad digestiva y la aparición de enfermedades que obligan a tomar muchos medicamentos.
 
Sin embargo, a los problemas propios de la edad les podemos hacer frente desde lo nutricional. Nuestra salud depende en gran parte de nuestros hábitos alimentarios que, si son saludables, permiten la posibilidad de vivir más años con mejor calidad de vida.
 
Entre las muchas dificultades a las que se enfrentan los adultos mayores están los dolores musculares, que obligan a muchas personas a reducir su movilidad y quedarse en casa. Muchos mayores son de la opinión de que, ahora que tienen sus años, pueden disfrutar de un merecido descanso. Y aunque es muy tentador, un estilo de vida sedentario termina pasando factura.
 
¡Al contrario! Si queremos incrementar nuestra calidad de vida debemos hacer lo opuesto a quedarnos sentados viendo televisión. ¿Cómo podemos mantener nuestros músculos sanos? Quizás hayan escuchado que el ejercicio es una parte fundamental, aunque para muchos adultos mayores hacer algún tipo de ejercicio físico puede provocar a veces una inseguridad. Hay ejercicios de todos los tipos y formas, y se pueden acomodar de acuerdo a lo que cada quien quieras.
 
Pero no sólo el ejercicio es esencial para una buena calidad de vida. Una dieta balanceada, comiendo siempre tres veces al día y con un consumo moderado de sal, azúcar y grasas, ayudará a que el cuerpo esté preparado para el ejercicio, entonces será evidente cómo todo esto beneficia notablemente el estado anímico y físico, y se notará un aumento de la energía y la vitalidad.
 
1. Actividad física para mantenerse activo
 
Es recomendable realizar ejercicio aeróbico (caminar deprisa, correr, bailar, nadar, bicicleta…), pues implica movimientos repetitivos que utilizan mucho los músculos. Estas prácticas aumentan las frecuencias cardíaca y respiratoria, así como la temperatura corporal, con lo que se mantiene y mejora la salud cardiovascular.
Se recomienda realizarlo al menos tres días a la semana, con un total de dos horas y media semanales si la intensidad es moderada, o una hora y cuarto semanal si la intensidad es más vigorosa.
 
2. Hidratación: fuente de vida
 
Con la edad se deteriora la capacidad del cuerpo para conservar el agua: disminuye la sensación de sed, puede haber dificultad para tragar líquidos y la capacidad del riñón para concentrar la orina es menor. También se tiende a beber poco líquido por miedo a que aumente la incontinencia urinaria.
Por eso es importante mantener el balance hídrico (la relación entre los líquidos que se beben y los que se pierden), pues si pierde más líquido del que se ha consumido es posible sufrir deshidratación.
 
3. Hábitos alimenticios
 
Es importante seguir una dieta variada, comer lo necesario para mantener el peso recomendado según la altura. De esta manera no habrá problemas a futuro de sobrepeso u obesidad. Es importante que si piensa seguir alguna dieta en especial se asesore siempre y siga las recomendaciones de un experto.
Otra recomendación es no saltarse comidas (desayuno, almuerzo y cena), aunque lo recomendable es incluir tres meriendas en la dieta diaria, para que así sean seis las comidas en el día.
 
4. Los mejores alimentos
 
Hay tres alimentos que ayudan a mantener la masa muscular, para evitar problemas. Claras de huevo: En las claras de huevo se encuentran las proteínas de mejor calidad, porque contienen la mayor cantidad de aminoácidos. Pechuga de pollo: El ave contiene mucha proteína y poca grasa, y su sabor resulta agradable para la mayoría.
 Espárragos: Para el desarrollo son fundamentales los vegetales, más allá de la cantidad de antioxidante. Si hablamos de lo verde, podemos ofrecer muchas comidas.
 
5. Estiramientos y potencia
 
Los ejercicios de flexibilidad mantienen la capacidad de mover las articulaciones y evitan que se atrofien. Mejoran la capacidad funcional y disminuyen el riesgo de caídas.
Por otro lado, los ejercicios de potenciación muscular son beneficiosos para mantener o mejorar la masa, fuerza y potencia muscular. Pueden hacerse utilizando pesas, bandas elásticas, lastres, subir escaleras, etc. Se aconseja realizar estos ejercicios dos o tres veces por semana, implicando todos los grandes grupos musculares con una intensidad media en función del estado de forma.
 

Por Redacción Vivir

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