A causa de esto, la Red de Protección Ambiental y Animal de Colombia (Redpaa) le pidió, en una misiva, a la línea de mando del Ejército Nacional que “sancionara fuertemente” a los soldados y solicitó su retiro de las filas. “No sólo le pedimos eso al Ejército —dice Marcela Ramírez, presidenta de Redpaa—, sino también trazar una directiva de protección animal. Tienen que entender que ellos defienden la vida con mayor énfasis”.
El hecho se suma a otro denunciado este fin de semana en Tuluá, donde fueron encontrados 16 perros y 2 gatos decapitados. El alcalde de esta ciudad, Rafael Eduardo Palau, anunció una investigación contra el Centro de Zoonosis, encargado del control animal. El director del centro, por su parte, fue separado del cargo mientras los organismos de control determinan la responsabilidad de los hechos. Sin embargo, Natalia Parra, directora de la Plataforma ALTO, afirma que las sanciones son muy bajas y por eso días atrás presentaron un proyecto de ley en compañía de varios partidos políticos.
Ramírez cuenta que Redpaa recibe cerca de 20 llamadas diarias por distintos tipos de maltrato (desde quemaduras hasta abandono) a todo tipo de animales. Según dice, año a año son sacrificados 7.000 animales sanos en el Centro de Zoonosis de Bogotá. ¿Por qué? “Por abandono. La gente compra un perro y no sabe tratarlo, no hay responsabilidad y el Estado no lo controla”.
Ramírez afirma que este acto, junto con otros que han sucedido este año (entre ellos el asesinato de una perra por parte de unos policías), deben ser “repudiados” por toda la sociedad. “Nunca la inteligencia humana puede matar la inocencia animal”, concluye.