Seguimos pagando medicinas más caras que en España

A pesar de que el Gobierno ha insistido en la urgencia de regular el mercado farmacéutico, sigue siendo permisivo. En una resolución que la exministra Beatriz Londoño firmó antes de irse se fijan precios tope más altos que los de ese país europeo.

Redacción Vivir
01 de octubre de 2012 - 04:58 p. m.
Seguimos pagando medicinas más caras que en España

Quizás uno de los últimos documentos que firmó Beatriz Londoño como ministra de Salud y Protección Social fue la resolución 2569 del 30 de agosto de 2012, la cual establece unos valores máximos de recobro para una serie de medicamentos que están por fuera del Plan Obligatorio de Salud (POS). El objetivo era claro: regular los precios que imponen los laboratorios, teniendo en cuenta que el Gobierno tiene que pagar por ellos a las EPS que se los proporcionan a sus pacientes, pues no están dentro del plan de beneficios al que tienen derecho los colombianos. Con una motivación más: que la desregulación del mercado farmacéutico fue precisamente una de las causantes de la crisis financiera del sector.

Hasta aquí se podría decir que hay una voluntad real del Gobierno de controlar a esta industria. Precisamente, la Federación Médica Colombiana hizo un informe detallado de esta resolución, en el que compara los valores máximos de recobro fijados en Colombia y los precios de referencia de los mismos productos en España, y reconoce que en el listado sí hay algunos precios “más económicos que (...) pueden lograr el efecto regulador buscado: contribuir efectivamente a la reducción de los valores recobrados al Fosyga”.

Sin embargo, hay un segundo listado que es muy revelador y que deja ver que, a pesar de las decenas de denuncias sobre los abusos de esta industria y de los compromisos estatales para controlarla, las normas siguen siendo permisivas con ella, dejándole la puerta abierta para que duplique, y hasta cuadruplique, en algunos casos, el precio con referencia a otros países con economías más desarrolladas que la nuestra, en este caso España.

Aquí van varios ejemplos: un medicamento conocido comercialmente como Novoseven (en su presentación de 120 KUI/vial), utilizado para tratar episodios hemorrágicos en pacientes con hemofilia, se comercializa en España a $3’226.539 (al cambio del día 21 de septiembre de 2012) mientras en Colombia cuesta $13’247.758, es decir con un sobreprecio de $10’021.219. Este fármaco, fabricado por la empresa danesa Novo Nordisk que era importado a Colombia por Amarey-NovaMedical, vendió en 2010 $24.714 millones. “El valor máximo de recobro de este medicamento es sustancialmente más elevado que el precios promedio en 20 países de la Federación Mundial de Hemofilia”, explica Óscar Andia, director del Observatorio del Medicamento de la Federación Médica Colombiana (ver otros ejemplos en el gráfico adjunto).

En el listado también hay fármacos que, si bien no presentan una diferencia de precio tan abismal, sobresalen por su volumen de ventas. El rituximab, conocido comercialmente como Mabthera (en su presentación de 500 mg/50 mL ampolla) tiene precio de referencia en España de $3’161.215 y su valor máximo de recobro en Colombia es de $4’680.575. En 2010 este fármaco, utilizado para tratar el linfoma no-Hodgkin (un tipo de cáncer de sangre), comercializado por Roche, vendió $90.119 millones.

Casi al mismo tiempo que se firmó la resolución, el Gobierno aprobó la primera Política Farmacéutica Nacional, que tiene el mismo fin: regular esta industria. Lo que dice la Federación Médica es que esa política sólo tendrá efectos “cuando estos medicamentos tengan valores máximos iguales a los referentes internacionales”, según el doctor Andia. Es decir, cuando el país no tenga que pagar diez millones más que en España por una ampolla de Novoseven.

Por Redacción Vivir

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