Así será proceso de admisión en la Unal

Quien tenga en sus planes estudiar en la Universidad Nacional se encontrará, desde el segundo semestre del próximo año, con un nuevo proceso de admisión que abre mayores posibilidades de estudio.

Redacción Vivir
11 de diciembre de 2012 - 10:00 p. m.
De las  140.000 personas que se presentan cada año a la Universidad Nacional, solo 10.000 logran ingresar.
De las 140.000 personas que se presentan cada año a la Universidad Nacional, solo 10.000 logran ingresar.

La metodología es la siguiente: primero el aspirante deberá presentar el examen para ingresar a la universidad sin necesidad de elegir un programa específico, como se hacía hasta ahora.

Teniendo en cuenta su puntaje, el aspirante podrá seleccionar hasta cuatro pregrados a los que crea que tiene posibilidades de ingresar (según el nivel de exigencia del programa y los cupos disponibles), en orden según sus preferencias. Luego, por rangos de puntaje de mayor a menor, los inscritos coparán los cupos en cada carrera.

Quienes no alcancen a ingresar a su primera opción, podrán seguir aspirando a las otras tres opciones definidas.

Un ejemplo: cada semestre, entre 8.000 y 13.000 personas aspiran a un cupo en medicina (que es una de las áreas que requieren mayor calificación), pero sólo entre 100 y 120 logran ingresar. Con la nueva metodología, quien obtenga una puntaje alto (que sería de 750 puntos hacia arriba) y elija esta carrera, pero no alcance a clasificar (porque ya otros aspirante con una calificación mayor han colmado los cupos), tiene la opción de presentarse a otro programa que se ajuste a los resultados de su evaluación.

¿Cuál es el objetivo de este nuevo mecanismo? Mario Alberto Pérez, director nacional de admisiones, explica que hoy existe una alta concentración de aspirantes en muy pocas carreras —medicina, psicología, derecho, arquitectura, administración de empresa, y en las ingenierías de petróleos, civil, industrial y mecatrónica—. Se estima que en este tipo de áreas se presenta un promedio de 70 personas para un solo cupo. Entonces, las que no alcanzan ese reducido espacio quedan automáticamente por fuera de la universidad.

Lo que se quiere hoy es que esos aspirantes, que a pesar de no haber ingresado sí consiguieron una buena calificación, puedan apuntar a otras opciones. A esas carreras de menor interés en las que incluso terminan sobrando cupos.

En el último proceso de admisión, unos 6.000 aspirantes que obtuvieron más de 600 puntos (una calificación promedio si se tiene en cuenta que el mínimo de admisión es de 500) quedaron por fuera, pues se presentaron a carreras de alta demanda. En cambio, unas 2.000 personas con calificaciones menores a 600 sí lograron ser admitidas en otros programas menos populares.

Esta misma metodología es utilizada hoy en universidades de Brasil, México y España.

Por Redacción Vivir

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