Según el estudio, más de nueve millones de australianos adultos sufren de sobrepeso y cerca de 123.000 corren el riesgo de morir prematuramente en las próximas dos décadas por problemas cardiovasculares.
Los expertos responsables del informe alertan de que si la situación no es controlada a tiempo, los costos sanitarios podrían llegar hasta los 6.000 millones de dólares. Además, de un incremento significativo de los ataques cardíacos causados por el exceso de peso.
La investigación también evidenció que el 26 por ciento de la población adulta de Australia es obesa, frente al 25 por ciento de Estados Unidos. Las causas principales de esta enfermedad son los hábitos sedentarios y el abuso de la llamada comida chatarra.