Bolivia estrena planta fundidora de minerales que en 30 años nunca funcionó
Se trata del complejo metalúrgico de Karachipampa.
AFP
Bolivia puso en funcionamiento este miércoles una planta fundidora de plomo, plata y zinc, construida hace 30 años y que nunca pudo operar por falta de insumos y problemas técnicos.
El resultado de un largo proceso de acondicionamiento "es ver la producción de los lingotes en esta primera fase de plomo refinado de 99,97%, de calidad comercial e internacional", explicó Alan Pinto, gerente de la planta Karachipampa, en Potosí, suroeste boliviano.
La empresa estatal, denominada complejo metalúrgico de Karachipampa y paralizada por tres décadas, "será altamente competitiva y rentable" en 2015, según Pinto.
"Nos queda ahora la tarea de producir lingotes de plata de calidad industrial, de 99,95%; esto lo lograremos en el próximo mes" de octubre, agregó.
El presidente boliviano Evo Morales, presente en el acto, saludó que "por fin, con muchas dificultades, con muchas deficiencias, vemos que nuestra empresa es una realidad".
Morales, que recibió de regalo un lingote con su nombre impreso, dijo que al ver el complejo en funcionamiento "da mucha esperanza en la industrialización de la minería".
El complejo produjo entre junio y agosto alrededor de 60 toneladas de plomo, con una pureza de 99,98%, según el asistente de Gerencia de Producción del proyecto, Franz Romano.
Karachipampa tiene una capacidad de producción de 51.000 toneladas de plomo y plata al año, pero en los próximos seis meses sólo alcanzará al 80% de esa meta.
La administración de Morales puso en marcha en 2006 un amplio proceso de nacionalización de los recursos naturales, entre ellos la minería.
Bolivia puso en funcionamiento este miércoles una planta fundidora de plomo, plata y zinc, construida hace 30 años y que nunca pudo operar por falta de insumos y problemas técnicos.
El resultado de un largo proceso de acondicionamiento "es ver la producción de los lingotes en esta primera fase de plomo refinado de 99,97%, de calidad comercial e internacional", explicó Alan Pinto, gerente de la planta Karachipampa, en Potosí, suroeste boliviano.
La empresa estatal, denominada complejo metalúrgico de Karachipampa y paralizada por tres décadas, "será altamente competitiva y rentable" en 2015, según Pinto.
"Nos queda ahora la tarea de producir lingotes de plata de calidad industrial, de 99,95%; esto lo lograremos en el próximo mes" de octubre, agregó.
El presidente boliviano Evo Morales, presente en el acto, saludó que "por fin, con muchas dificultades, con muchas deficiencias, vemos que nuestra empresa es una realidad".
Morales, que recibió de regalo un lingote con su nombre impreso, dijo que al ver el complejo en funcionamiento "da mucha esperanza en la industrialización de la minería".
El complejo produjo entre junio y agosto alrededor de 60 toneladas de plomo, con una pureza de 99,98%, según el asistente de Gerencia de Producción del proyecto, Franz Romano.
Karachipampa tiene una capacidad de producción de 51.000 toneladas de plomo y plata al año, pero en los próximos seis meses sólo alcanzará al 80% de esa meta.
La administración de Morales puso en marcha en 2006 un amplio proceso de nacionalización de los recursos naturales, entre ellos la minería.