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Colsubsidio crea la primera droguería incluyente del país

Con infraestructura y personal especialmente capacitado, la corporación busca contribuir al cierre de brechas sociales en Colombia. El servicio es apto para personas en condición de discapacidad visual, auditiva y física.

* Redacción Especiales
03 de marzo de 2020 - 11:49 p. m.
El personal que prestará el servicio fue capacitado para atender a personas en condición de discapacidad visual, auditiva y física.  / Cortesía
El personal que prestará el servicio fue capacitado para atender a personas en condición de discapacidad visual, auditiva y física. / Cortesía
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Con más de 60 años de trayectoria, Droguerías Colsubsidio, una de las cadenas de droguerías más importantes del país, continúa con su propósito de ser la empresa social de los colombianos, generando oportunidades para cerrar brechas sociales; propósito que motivó a inaugurar la primera droguería incluyente del país, diseñada especialmente para personas en condición de discapacidad visual, auditiva y física.

“Lo primero que queremos compartir con el país es lo que significó para nosotros este proyecto. Por ejemplo, validar que es la minoría de la población ciega la que sabe leer el sistema braille, descubrir que no existe una única lengua de señas como suele pensarse; y entender que el nombre de una persona no consiste solo en hacer con señas las vocales y consonantes, sino que es una seña única a partir de su característica física más notoria”, cuenta Claudia Herrera, Gerente de Medicamentos en Colsubsidio.

La primera droguería incluyente de Colombia está ubicada en la esquina de la carrera 13 con calle 60 en Chapinero (Bogotá), que, según los estudios, es uno de los barrios con mayor facilidad de acceso en transporte público, y, asimismo, uno de los más transitados por la población en condición de discapacidad, de la ciudad. La Droguería está dotada de un mapa táctil al ingreso, que permite conocer la distribución y las categorías del espacio, así como guías podotáctiles en el piso para saber hacia dónde dirigirse.

También cuenta con señalización de las áreas y las categorías de los productos en español, inglés, braille y lengua de señas colombiana. También cuenta con videos informativos en lengua de señas colombiana, audio y closed caption. Los usuarios tienen una rampa de acceso peatonal y sistema indicador de turno con lector de cédula, vibración y luces para avisar el momento de atención de cada persona, incluso hay corredores amplios que facilitan el desplazamiento en silla de ruedas.

Darle vida a esta primera droguería fue un proceso de pedagogía en doble sentido. Por una parte, Colsubsidio, con el corazón puesto en crear un lugar que le permita a la población en condición de discapacidad vivir su anhelada experiencia de total autonomía, sin necesitar de un tercero, y por otra parte, la población en condición de discapacidad representada por entidades, fundaciones y universidades; compartiendo su experiencia, anécdotas y vivencias más sentidas para lograr una meta colectiva: crear un lugar para todos.

Esta iniciativa unió a expertos en señalética, lengua de señas, maestros de braille, ingenieros civiles e industriales, químicos farmacéuticos, administradores de empresas, especialistas en mercadeo, regentes y auxiliares de farmacia, diseñadores de mobiliario y comunicadores sociales; todos comprometidos en un proyecto sin precedentes en Colombia.

“Respecto al equipo humano, contamos con un grupo de profesionales que, por iniciativa propia, se postuló para hacer parte de este proyecto como Mauricio Saénz Bolaños, uno de nuestros colaboradores sordo de nacimiento, quien estaba trabajando en el área logística y ahora está en la droguería incluyente como auxiliar de servicio”, manifiesta Herrera.

El equipo ha sido capacitado en atención a personas con discapacidad visual, auditiva y física; lo que a su vez generó la creación de un semillero de auxiliares y regentes de farmacia (nombre correcto para referirse a una persona con formación en el área de la salud capacitada para prestar asesoría experta en medicamentos) y químicos farmacéuticos, quienes han estudiado lengua de señas colombiana, con el objetivo de tener las competencias para atender en igualdad a todos los colombianos en la droguería.

“Voy a usar mis experiencias personales como motores de cambio, no quiero que nadie más sienta lo que yo sentí cuando iba a que me explicaran las fechas, las dosis y uso de los medicamentos y era imposible la comunicación. Me hace feliz trabajar aquí y explicar todo paso a paso”, dice Mauricio Saénz Bolaños, auxiliar de servicio al cliente en la droguería incluyente, quien ve en este trabajo la oportunidad de sembrar momentos de solidaridad y alivio.

“Un docente sordo, experto en lengua de señas colombiana, nos enseñó a través de un proceso teórico-práctico con diferentes herramientas como videos, ejercicios individuales y actividades grupales. En el proceso vimos los componentes que requiere la lengua de señas y que uno no se imagina, como, por ejemplo, percepción, memorización, atención visual, manejo de las manos y del espacio tridimensional, expresión corporal y facial. A propósito, este último tema es vital porque los gestos son definitivos; detalles como llenar de aire las mejillas o arrugar la nariz, marcan la diferencia entre una señal y otra”, asegura Kendry Sánchez, Auxiliar de Farmacia de la droguería incluyente.

En el caso de la discapacidad auditiva, además de la debida formación del equipo humano, la droguería cuenta con un servicio de interpretación virtual llamado “Servir”, una herramienta tecnológica que permite conectar de forma simultánea a un intérprete de lengua de señas con un usuario en la droguería. La herramienta fue implementada gracias a un convenio entre la Federación Nacional de Sordos de Colombia (Fenascol) y Colsubsidio.

La creación de la primera droguería incluyente en Colombia, contó con el apoyo de la Secretaría Distrital de Integración Social, el Ministerio de Trabajo, la Federación Nacional de Sordos (Fenascol), el Instituto Nacional de Ciegos (INCI), la Escuela Colombiana Nacional de Carreras Industriales, la Universidad Nacional de Colombia y el Centro de Rehabilitación para el Adulto Ciego (CRAC).

El proyecto continuará ampliándose en 2020 con nuevas sedes con el concepto de Droguería Incluyente y se adaptarán cien establecimientos farmacéuticos para las personas en condición de discapacidad visual o auditiva.

Por * Redacción Especiales

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