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Se refiere a que todo tipo de interacciones y comportamientos que la humanidad daba por sentado se verán diferentes: las reuniones laborales, los eventos sociales, los encuentros con amigos, la rutina de trabajo e incluso los viajes. Y en este último aspecto sí que será evidente el antes y después de la pandemia.
Las aerolíneas, por ejemplo, una de las industrias más golpeadas, que solo en América Latina emplean junto con los aeropuertos a más de 430.000 personas, empiezan nuevamente a centrar su atención en el futuro. Necesitan preparar los aviones para volver a volar, los aeropuertos para recibirlos y reprogramar los horarios de vuelos y del personal disponible, así como la implementación de nuevas medidas de seguridad antes y después de cada abordaje.
En el aeropuerto internacional de Dubái, por ejemplo, exigen el uso de guantes y tapabocas a todos los clientes y trabajadores del aeropuerto. Además, el personal de cabina, los agentes de embarque y el personal de tierra de Emirates, que interactúan directamente con los viajeros, se pondrán equipo de protección personal (PPE), que incluye una bata desechable y una visera de seguridad.
También se aplicarán protocolos de distanciamiento social. En el aeropuerto esto incluye la colocación de indicadores físicos en tierra y en las zonas de espera para garantizar que los viajeros mantengan una distancia segura.
Por razones de salud y seguridad, y para minimizar la interacción a bordo, Emirates ofrecerá un servicio modificado que se centra en reducir el contacto y el riesgo de infección. Las revistas y el material de lectura impreso no estarán disponibles durante este tiempo.
Por su parte, la aerolínea Delta está limitando los asientos al 50 % de la cabina First Class y 60 % en las cabinas Main Cabin, Delta Comfort + y Delta Premium Select para reducir el número total de pasajeros en cada cabina en toda la flota. Si bien desde mediados de abril se bloqueó la venta de asientos centrales en todos los vuelos, Delta ahora también bloqueará asientos seleccionados de ventana y pasillo en todas las cabinas de las aeronaves.
De igual forma, está tomando otras medidas para mejorar la seguridad de los pasajeros. Por ejemplo, ampliaron la nebulización electrostática de todos los aviones antes de la salida, además de todas las medidas de limpieza ya implementadas para desinfectar las áreas de alto contacto con los pasajeros y el uso de sistemas de circulación de aire con filtros HEPA, que extraen más del 99,999 % de los virus.
Y es que a partir de este momento los aviones podrían cambiar su diseño debido a la nueva organización interna de pasajeros. Lufthansa, la principal aerolínea alemana, ya está operando vuelos con los asientos centrales sin ocupar, para permitir cierto grado de distanciamiento entre pasajeros. Una medida que tomará Easyjet, la aerolínea de bajo costo británica, cuando reanude sus vuelos.
Con estas medidas, lo que se busca es recuperar la confianza de los viajeros. Aunque expertos aseguran que volver a poner los aviones en el aire podría ser la parte más sencilla. Encontrar pasajeros para llevar en ellos quizá sea mucho más difícil.