En un candente debate este viernes, la plenaria del Concejo de Bogotá no pudo ponerse de acuerdo para posesionar como contralor distrital interino a Víctor Manuel Armella —quien actualmente se desempeña como vicecontralor— en reemplazo de Miguel Ángel Moralesrussi, destituido e inhabilitado por 20 años para ejercer cargos públicos por la Procuraduría General de la Nación.
Varios concejales, entre ellos Fernando Rojas, Antonio Sanguino, Carlos Fernando Galán y la propia presidenta del Concejo, María Victoria Vargas, reconocieron que existe un vacío jurídico en el caso, pues la norma indica que ante ausencia definitiva del contralor los tribunales de la ciudad tendrán que enviarles una terna para, de ahí seleccionar al titular del cargo. Sin embargo, éstos anunciaron que tardarían al menos un mes para escoger a los miembros de dicha terna y sobre la posibilidad de un contralor interino el reglamento de la corporación no es muy claro.
Algunos cabildantes creen que Armella, como segundo al mando de la Contraloría, debería asumir las riendas de la entidad mientras los tribunales se pronuncian. Otros han asegurado que elegirlo a él sería “como escoger a Moralesrussi en cuerpo ajeno”.
Los voceros de las bancadas se reunirán el próximo lunes para tratar de encontrar una solución al tema.