“Vi el montón de heces subir por la banda transportadora y caer sobre una bandeja grande. Luego se abrieron paso a través de la máquina, que la entregó hervida y tratada. Minutos más tarde probé un buen trago del resultado final: un delicioso vaso de agua potable”.
Así describió en su blog Bill Gates, el hombre más rico del mundo, la anécdota de cómo terminó llevándose a la boca un vaso lleno de agua que minutos antes no era más que kilos de desechos humanos bombeados desde un alcantarillado local de Seattle (EE.UU.). (Ver video: Agua potable, la nueva apuesta de Bill Gates)
Aunque el hecho ocurrió en noviembre pasado, sólo ayer comenzó a tomarse las redes sociales luego de que el fundador de Microsoft publicara un video con la frase: “De su inodoro a mi vaso... me dieron a probar el agua a partir de los desechos humanos”.
El líquido provenía del Janicki Omniprocessor, una novedosa máquina diseñada y desarrollada por la compañía estadounidense Janicki Bioenergy y que es capaz de quemar las heces humanas para extraer energía eléctrica del vapor y tratar el agua resultante hasta volverla potable.
Bajo el impulso económico de la Fundación Bill y Melinda Gates, el aparato, que demostró ser efectivo en Estados Unidos, ahora es parte de un proyecto piloto en Senegal, uno de los lugares de África donde la pareja está promoviendo el mejoramiento de las condiciones sanitarias.
En estas zonas, explicó Bill Gates, el Omniprocessor funcionaría como un repositorio seguro para los desechos humanos. “Hoy, en muchos lugares sin sistemas de alcantarillado moderno, hay camioneros que llevan los desechos de letrinas a los ríos u océanos más cercanos, afectando las fuentes de suministro de agua, pero si las heces son llevadas al Omniprocessor, podrían ser quemadas con seguridad. (…) La basura contamina el agua potable para millones de personas, con consecuencias terribles: las enfermedades causadas por la falta de saneamiento matan alrededor de 700.000 niños cada año”.
Según el magnate, la máquina, que tiene un costo de US$1,5 millones, es capaz de tratar los residuos de una comunidad de 100.000 personas, produciendo hasta 86.000 litros de agua al día y 250 kW de electricidad.
Si la tecnología funciona en Senegal, Gates podría impulsar la instalación de más plantas en otras regiones de África e India.