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Deporte y arte, claves para prevenir el consumo de drogas ilícitas

Una de las mejores herramientas para evitar que los menores se acerquen a los estupefacientes es promover en ellos actividades que los ayuden a llevar un estilo de vida saludable. Para los expertos es clave ocupar sus horas libres con teatro, música o juegos.

Ingrith Gómez Morales/ igomez@elepectador.com / @IngrithGomez23
27 de noviembre de 2019 - 04:40 p. m.
Los deportes, las representaciones artísticas y el uso de la internet son claves en la prevención del consumo de estupefacientes.  / iStock
Los deportes, las representaciones artísticas y el uso de la internet son claves en la prevención del consumo de estupefacientes. / iStock
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El uso del tiempo libre por parte de los jóvenes es una preocupación creciente en la sociedad colombiana, en donde se calcula que un menor tiende al consumo de sustancias psicoactivas desde los 14 o 15 años aproximadamente y en el que la escasez de actividades a su alrededor y la falta de seguimiento por parte de sus padres son factores de riesgo en el consumo de drogas ilícitas.

Se calcula que un menor puede empezar a consumir estupefacientes a los 14 o 15 años, así lo confirma el “Informe mundial sobre drogas 2019”, realizado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc). Según el documento, en 2018 un total de 13,8 millones de jóvenes de 15 y 16 años consumieron cannabis, lo que equivale a una proporción del 5,6 %.

Para los expertos, es en el tiempo libre cuando más posibilidades tienen los menores de caer en el mundo de las drogas. “Aunque es necesario estar pendiente en todo momento de las actividades de nuestros hijos, es en la temporada de vacaciones cuando más tiempo libre tienen y, por ende, más espacio para pensar o actuar en cualquier tipo de actividad”, explica la teniente coronel Angélica María Bedoya, jefa de Prevención de la Dirección de Antinarcóticos.

En este sentido, lo que buscan los padres de familia y la sociedad es que desde los ámbitos privado y público se generen estrategias para modificar hábitos y conductas indeseados y, a la vez, fomentar la utilización adecuada del tiempo libre por parte de los jóvenes. Para Bedoya las vacaciones, los fines de semana y, en general, el tiempo en el que los jóvenes no hacen nada deberían estar enfocados en el buen aprovechamiento de actividades de formación cognitiva, física o emocional.

Con base en la experiencia de países como Chile, Australia, Nueva Zelanda, entre otros, las estrategias que buscan la intervención o acción a nivel comunitario y que logran mejores resultados son aquellas que están detrás del desarrollo de habilidades y talentos. “Se necesita ofrecer actividades vinculadas a los intereses de los menores, ya sea cultura, deporte, música, etc. Todo esto en horarios y lugares más allá del aula de clases y utilizando horas libres”, explica la Unodc.

Adicionalmente, la organización asegura que es fundamental la construcción de actividades alternativas, pues estas ayudan en la prevención del uso de drogas. “Aquellas deben contar con la participación de los beneficiarios e iniciarse en las necesidades sentidas de la población que participará en dichas actividades”.

Para la Unodc, el deporte, la representación artística y la internet son actividades alternativas eficaces que pueden ayudar en la labor de prevenir el uso de drogas. “Muchas personas consideran que a través del deporte pueden desarrollarse diversas aptitudes y prácticas sociales, como la mejora de la autoestima o el establecimiento de objetivos). Sin embargo, algunos de esos beneficios (como son la disminución del estrés, el aumento del rendimiento académico y la mejora de las relaciones familiares) han demostrado ser medidas cautelares en la esfera del consumo indebido de estupefacientes. Así pues, el deporte puede utilizarse para prevenir los problemas debido al consumo indebido de drogas entre los jóvenes”, explica la entidad.

Desde la perspectiva de Bedoya, “la cultura física permite adquirir el hábito del autocuidado en la salud, además de ser una actividad de interacción que fomenta el desarrollo del carácter y la participación comunitaria, generando conciencia de convivencia ciudadana para el fortalecimiento de actitudes y acciones encaminadas a formar jóvenes de bien, con un propósito claro: aportar como dinamizadores de solución al desarrollo social”.

Por su parte, la representación artística incluye actividades como la danza, el teatro, el arte dramático en general, la expresión corporal, la oratoria y la música. Para la Unodc, la manifestación artística es muy beneficiosa tanto para los jóvenes como para los padres y la sociedad en general.

“Optar por hacer algo de manera diferente y creativa, desempeñar un papel que no se llegaría a cumplir en la vida cotidiana, asumir el riesgo de expresarse en público de forma personal exige practicar con diligencia aptitudes complejas, analizarse a sí mismo y sentirse seguro de sí mismo. Por lo general, hay que tener capacidades interpersonales como las de trabajar en equipo en pro de un objetivo común, aceptar la forma de ser de los demás y saber comunicarse bien. Gracias al desarrollo y la ejercitación de esas capacidades, sumadas a otras características, los jóvenes adquieren poder de recuperación y mayor capacidad para soportar los problemas que pueden inducirlos al uso de drogas”, asegura la organización.

En cuanto al uso de la internet, los expertos afirman que es una red rápida, divertida y fácil de usar; solo se necesita un poco de práctica y paciencia. “Para los jóvenes, estar en línea es una forma de tener acceso a informaciones diversas y actualizadas al mismo tiempo que se comunican con sus semejantes y que exploran formas de vida alternativa, sin olvidar la moda, la música y las tendencias de la utilización del tiempo libre y el esparcimiento”, explica la Unodc. La institución además aconseja el seguimiento por parte de los padres en la búsqueda de contenidos en la web.

La Dirección de Antinarcóticos hace especial énfasis en dos actividades que resultan beneficiosas para los menores: encontrar hobbies o pasatiempos y pasar más tiempo en familia. Respecto al primero, asegura que permiten cultivar ciertas habilidades manuales o fomentar el razonamiento lógico e, incluso, la memoria. Juegos de mesa como el ajedrez, comenzar una colección, fabricar manualidades, tejer, practicar avistamiento de aves, leer o escribir, son algunos entre las decenas de pasatiempos.

Frente a la necesidad de pasar más tiempo con seres cercanos, explican que independientemente de la actividad que se haga con los integrantes de la familia, estar con los hijos y hacer actividades dentro y fuera del hogar es clave para prevenir el uso y abuso de sustancias psicoactivas.

Aunque el diálogo sigue siendo el mayor aliado en la tarea de la prevención, las actividades que ofrecen las organizaciones tanto privadas como públicas en cuanto a deportes, artes y cursos por internet pueden cumplir un papel importante en los jóvenes. “Es necesario generar espacios que permitan el diálogo para fortalecer las bases de confianza con el objetivo de resolver dudas e inquietudes, para luego sí poder orientar asertivamente en la toma de decisiones responsables e informadas”, concluye la coronel.

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Por Ingrith Gómez Morales/ igomez@elepectador.com / @IngrithGomez23

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