El alto nivel de tensión que se registró el lunes pasado en la Cumbre de Río realizada en Cancún (México), tras el enfrentamiento verbal entre los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe, y Venezuela, Hugo Chávez, disminuyó el martes en la jornada de cierre del evento gracias a los buenos oficios del Grupo de Países Amigos encabezado por el presidente de República Dominicana -Leonel Fernández-, y en el que también están los mandatarios de Brasil, Argentina y México, que inició gestiones para limar las asperezas diplomáticas y comerciales entre los dos países.
El único que se salió el martes del molde de prudencia adoptado por las delegaciones colombiana y venezolana fue el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien acusó al presidente Uribe de ser “un agente del imperio”, en alusión a Estados Unidos, y de haber acudido a la cita regional sólo “para la foto y para el almuerzo” y con el único fin de “empantanar” y tratar de hacer “fracasar” la reunión. Las palabras de Morales no tuvieron respuesta por parte de Colombia.
Incluso, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo estar dispuesto a evaluar el congelamiento de las relaciones comerciales con Colombia: “Si es que Uribe necesita venderle a Venezuela mayor cantidad de bienes producidos en Colombia (...) estamos dispuestos a evaluarlo, pero con respeto”, enfatizó. Con respecto al incidente verbal del lunes pasado, el mandatario del vecino país manifestó que lo dicho por Uribe “es como para reírse, eso es un chiste. Eso no lo cree ni un niño de quinto grado. Nos acusó de agresores y yo respondí que nosotros somos los agredidos”.
Mientras tanto en Colombia, la dirigencia política cerró filas en torno al Presidente, aunque no dejaron de escucharse voces cuestionando su actitud “pelionera” y no faltó quien insinuara que el choque con Chávez forma parte de una estrategia tendiente a distraer la atención de la crisis que se registra por los decretos de la Emergencia Social y a buscar apoyo para el referendo reeleccionista, en momentos en que las encuestas muestran que el Estado de opinión se le está volteando.
De cualquier manera, las palabras de Uribe: “Sea varón y quédese aquí y hablemos de frente, porque usted a veces insulta en la distancia”, y el “vete al carajo” que le espetó Chávez en respuesta, seguían siendo la comidilla en los mentideros políticos, al tiempo que los analistas abogaban por alcanzar un clima de entendimiento que permita mejorar las relaciones binacionales.
Para el ex canciller Augusto Ramírez Ocampo, aunque todos perdieron con el incidente —Uribe, Chávez y el Grupo de Río—, el hecho de que todo el hemisferio se hubiese dado cuenta de la “gravísima” situación entre Colombia y Venezuela es algo positivo y puede servir para dar los primeros pasos en busca de disminuir la confrontación. Por su parte, el analista político Alejo Vargas es de los que cree que cuando las tensiones se agudizan, “a veces a lo que se llega es a una tregua” y allí será fundamental el papel del Grupo de Países Amigos.
Para el ex ministro y hoy precandidato presidencial Álvaro Leyva, se hace imperioso “despersonalizar” la situación entre Colombia y Venezuela. “Las relaciones tienen que ser entre Estados. Es muy importante sacarle ventaja a un episodio tan delicado, ahora que se cuenta con la presencia de otros países. Ello permitirá tocar temas neurálgicos como el del comercio exterior, en el que los dos nos necesitamos mutuamente”, indicó.
Por lo general, todos los candidatos a la Presidencia reaccionaron en apoyo al presidente Uribe. Rafael Pardo, del Partido Liberal, calificó el reclamo a Chávez por el bloqueo comercial como “justo” aunque “tardío”, teniendo en cuenta que “ya se han perdido 180 mil empleos”. Germán Vargas, de Cambio Radical, señaló que desde hace tiempo el presidente venezolano “ha venido agrediendo al Gobierno colombiano y al Presidente, pero nunca ha dado la cara”, y Gustavo Petro, del Polo, apartándose de todos, aseguró que el enfrentamiento sólo “busca lograr aplausos internos en sus propias sociedades”.
Para Andrés Mejía, director del Instituto Libertad y Progreso, es muy difícil que las relaciones se normalicen mientras Chávez siga en el poder: “Lo comercial está dañado de modo casi irreversible; en lo político puede haber algún alivio, pero no muy grande. Así haya cambio de presidente en Colombia, quien llegue tendrá que confrontarse con hechos serios como los indicios de apoyo del gobierno de Venezuela a las Farc y el lenguaje agresivo del presidente Chávez”, expresó.
El presidente dominicano, Leonel Fernández, dijo el martes que la diferencia entre Venezuela y Colombia obliga a crear un espacio de concertación y diálogo que permita establecer los vínculos comerciales “normales” entre ambas naciones. Un punto positivo en esta nueva crisis es que tanto Uribe como Chávez acordaron conducirse a través del diálogo respetuoso y construir las condiciones que lo hagan posible, evitando recriminaciones mutuas. Quizás el haber tocado fondo sirva para comenzar un nuevo camino.
Cumbre de Río aprueba un nuevo foro sin presencia de EE.UU.
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños es el nuevo foro regional que los 32 países reunidos en la Cumbre de Río, en Cancún (México), decidieron crear para contener la fuerza que, según ellos, ejerce Estados Unidos en la región. “Hemos decidido constituir la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños como espacio regional propio”, dijo el presidente de México, Felipe Calderón. Y agregó: “Este nuevo foro deberá impulsar la integración regional y promover la concertación política”, agregó. El nuevo organismo reunirá a los países del Grupo de Río y la Comunidad del Caribe (Caricom), y funcionará en paralelo con la Organización de Estados Americanos (OEA). El presidente Hugo Chávez propuso que Luis Inácio Lula da Silva sea quien presida el organismo, una vez deje la Presidencia.